La industria de las isapres volvió a reportar pérdidas durante el año 2022, en medio de la incertidumbre sobre el futuro de su actividad y un posible colapso en el sistema.
De acuerdo a lo consignado por La Tercera, durante el año pasado las aseguradoras privadas tuvieron una merma de $138.117 millones, cifra levemente menor a la de 2021, cuando el desplome llegó a los $148.465 millones.
“Los resultados financieros de 2022, al igual que los obtenidos en 2021, están marcados por los efectos de la Ley 21.350, que congeló los precios durante 27 meses en el sistema de isapres, y el contexto de pospandemia, que se ha traducido en una mayor demanda asistencial de parte de los afiliados”, explicó la Asociación de Isapres.
La entidad apuntó además a otros factores como el incremento de las consultas médicas, de la compra de medicamentos, de la realización de exámenes de imágenes y de las cirugías.
Las isapres destacaron además que a pesar de que los ingresos aumentaron en el año pasado -llegando a los $3.558.583 millones-, hubo una resta considerable debido a los desembolsos de las prestaciones de salud de sus afiliados, así como el pago de subsidio de incapacidad laboral (licencias médicas), los que experimentaron un alza.
Las isapres con más pérdidas
De acuerdo al reporte, la isapre que más pérdidas tuvo en 2022 fue Cruz Blanca, con un saldo negativo de $42.963 millones. Un poco más atrás se encuentra Banmédica, que durante el año pasado perdió $32.277 millones.
El resto de las compañías, como Consalud (-$26.563 millones), Colmena (-$26.031 millones), Vida Tres (-$8.306 millones) y Esencial (-$2.528 millones) también salieron perjudicadas financieramente durante el año pasado.
La isapre Nueva Mas Vida fue la única que pudo anotar ganancias en 2022, con utilidades que alcanzaron los $551 millones.
