El caso del sicario prófugo continúa dando dolores de cabeza a las autoridades y esta vez todo se debió a su identidad, ya que la que se conocía hasta la fecha no era tal.
Durante la mañana de este viernes se confirmó que el joven de 18 años, de nacionalidad venezolana, no se llamaba Osmar Ferrer, sino que era un alias que utilizaba. Ese fue el nombre por el que era conocido en el edificio en el que vivía y el que entregó cuando fue detenido.
Sin embargo, este era solo un alias. Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) emitieron una nueva alerta de captura luego de que Interpol confirmara que, en primera instancia, su nombre real era Carlos Alberto Mejía Hernández.
Minutos más tarde, en un comunicado en conjunto entre la Fiscalía Oriente y Occidente, surgieron dudas con respecto a la identidad del sicario prófugo. Esto, debido a que en el documento se expuso que su nombre era Alberto Carlos Mejía Hernández, lo que generó dudas y un nuevo flanco en el caso.
Finalmente, en un punto de prensa, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, confirmó que el nombre real del venezolano era el publicado por el Ministerio Público, por lo que Carabineros junto con la PDI tuvo que corregir la orden de captura.
Eso sí, el secretario de Estado también cometió un error puesto que en primera instancia señaló que “la identidad es cómo está distribuida por las policías (Carlos Alberto)”. Pero minutos más tarde volvió a tomar el micrófono para corregir lo que había dicho.
“Es Alberto Carlos. En la gráfica hubo un cambio, se ha corregido, pero su número de identidad corresponde al entregado ayer jueves por las autoridades venezolanas. Las policías acaban de corregir el orden de los nombres”, señaló.
