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Lo quemaron con cigarros y asfixiaron con una bufanda: los detalles de la declaración de Gonzalo Montoya sobre su secuestro

El ex alcalde de Macul dio cuenta de cómo ocurrieron los hechos entre el 26 y el 29 de junio.

Recientemente se dio a conocer la declaración que el ex alcalde de Macul, Gonzalo Montoya, entregó a la Policía de Investigaciones (PDI) en el marco de la indagatoria por el secuestro que sufrió a fines de junio.

A través de un reportaje, Meganoticias reveló detalles de las torturas que sufrió el ex jefe comunal y cómo llegó a verse involucrado con el Tren de Aragua entre el 26 y el 29 de junio.

En su testimonio, Montoya reconoció ser usuario de la aplicación Glambu, con la cual concertaba citas con mujeres. Ahí, relató, “conversé con una mujer de nombre Alejandra, de 24 o 25 años, con quien coordiné una salida, en la cual nos íbamos a reunir con otra amiga de ella y la pareja de esta última, por lo que el 26 de junio del 2025, como a eso de las 22:00 horas, tras conseguirme el vehículo de mi amigo (…) me dirigí hasta la dirección que me indicó esa mujer, llegando así hasta calle Lord Cochrane, en la comuna de Santiago”.

“Al llegar al punto de encuentro, observé que ahí estaba una mujer y un hombre que estaba apoyado en otro vehículo, por lo que al detenerme, inmediatamente se subieron ambas personas a los asientos posteriores de la camioneta, asustándome y tratando de iniciar nuevamente la marcha del auto, pero el hombre que había subido sacó un arma de fuego, creo que era una pistola, y me obligó a conducir, exigiéndome que no mirara hacia atrás”, añadió.

La primera suma de dinero

En su declaración, Gonzalo Montoya detalló que, en primera instancia, condujo en la Autopista Central y luego por la Costanera Norte. Posteriormente lo hicieron bajarse de la camioneta para subirse a otro vehículo, en los asientos traseros.

“Me exigieron bajar la cabeza y taparme con el gorro de mi polerón, por lo que el sujeto que se subió a la Volkswagen conmigo y que también se subió al segundo auto, me puso una pistola en mi estómago, reiterándome las instrucciones de ir con la cabeza agachada, mientras que el conductor solo condujo”, recordó.

Una vez que llegó a un desconocido domicilio, sus captores le quitaron 200 mil pesos que tenía en la billetera junto con 400 dólares. Al no quedar conformes, señaló, “me hicieron hablar en una videollamada con un sujeto extranjero, quien fue el primero que me señaló que debía pagar la suma de $50.000.000 por mi liberación“.

Junto con eso, “él fue quien me señaló que integraba una red de pedofilia y que debía entregarlos a todos y que a ellos también les pasaría lo mismo, me decían que tenían videos míos, ante lo que les dije que eso no era así, pero ellos insistían con eso”.

Las torturas

Gonzalo Montoya detalló en su declaración que ante la falta de dinero, le señaló a los secuestradores que tenía más en su departamento. Ante esto, enviaron a una mujer de nombre Carla al lugar. Una vez ahí, hicieron una videollamada y le dio las instrucciones para que encontrara la suma de unos 4.600 dólares en efectivo, “ya que el resto lo portaba en mis bolsillos, dado que los iba a cambiar por peso chileno”.

Al día siguiente, al ver que no recibían la suma de 50 millones que le habían pedido, el ex jefe comunal comenzó a sufrir torturas. “Se molestaron y comenzaron a golpearme con mayor agresividad, quemándome con cigarrillos, golpes en mi cabeza con una pistola y también me asfixiaron con una bufanda. Este episodio fue el más traumático, ya que ambas personas tomaron por un extremo la bufanda para asfixiarme, que casi provocó que me desmayara”, recordó.

Es desde ese momento en que comenzó a comunicarse con sus familiares y amigos. Sobre la conversación que tuvo con su hermana, “le señalé que estaba secuestrado en un lugar que no conocía y que estaba con unas personas que tenían videos míos de connotación sexual con menores de edad y pruebas de eso, por lo que necesitaba la cantidad de dinero que mencioné anteriormente (…) Esas personas me obligaron a decirle que me tenía el papá de una de las menores de las que supuestamente había abusado”.

Por último, descartó estar ligado a una red de pedofilia y que eso fue una historia para extorsionar a su círculo cercano para que le entregaran el dinero.

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