Durante el 2024 hasta junio de 2025, 45 personas con formación en fuerzas armadas o policiales de Venezuela, Colombia y República Dominicana ingresaron a Chile. Así lo dio a conocer un reciente informe de la Unidad de Coordinación Estratégica (UCE) de la Macrozona Norte, recogido por Informe Especial de TVN, que daba cuenta de la llegada de ex militares y ex policías extranjeros en el país.
La mayoría de dicha cifra corresponde a desertores de instituciones venezolanas, con 37 casos registrados, mientras que siete provienen de Colombia y solamente uno de República Dominicana.
Entre ellos además figuran antiguos integrantes de la guardia presidencial de Nicolás Maduro, de la división contra el crimen organizado y de unidades estratégicas de inteligencia, un alarmante antecedente debido a su nivel de preparación en armas y tácticas militares. Según el citado medio, solo uno del total solicitó asilo político: un ex integrante de la guardia presidencial bolivariana.
Si bien el reporte advierte que los ex uniformados podrían estar buscando rehacer sus vidas en Chile, también apunta a que otros de sus objetivos podría ser “formar parte de nuevos grupos u organizaciones criminales“.
Por ello, la UCE instó a mantener un monitoreo permanente de estas personas, considerando que poseen conocimiento avanzado en armas, explosivos y otras técnicas de compartimentaje útiles para operaciones criminales, como secuestros o extorsiones.
La preocupación del informe por los ex militares no es infundada. En diciembre de 2023, fue detenido en Chile Ansoni Morales Juárez, ex integrante del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional venezolana, acusado de múltiples secuestros en diversas ciudades.
Detrás de dicha red estaría Adrián Gamez Espinol, alias El Turco, detenido en Estados Unidos y enfrentando un proceso de extradición al ser señalado como autor intelectual del secuestro con homicidio del ex teniente Ronald Ojeda.