El alcalde de La Florida, Daniel Reyes, confirmó que está coordinando las acciones necesarias para que la toma Dignidad sea desalojada durante las primeras semanas de octubre, tras sostener una reunión con ese propósito con el delegado presidencial de la región Metropolitana, Gonzalo Durán.
De acuerdo con lo manifestado por el jefe comunal, “la toma Dignidad no puede seguir en ese lugar. Como Municipalidad ya manifestamos nuestra intención de proceder al desalojo y, por tanto, ya estamos en reuniones de coordinación para poder operativizar en el menor plazo posible”.
La toma Dignidad en La Florida partió a fines de 2019, luego del estallido social, y tras el inicio de la pandemia por el COVID-19 en 2020 más personas llegaron a vivir en el lugar, en particular en el sector norte de la Quebrada de Macul, entre avenida Departamental y Tobalaba.
Los argumentos para el desalojo de la toma en La Florida
Entre los argumentos más relevantes para decretar el desalojo de la toma en La Florida se cuentan la inquietud manifestada por los vecinos de los sectores colindantes, que apuntan al tráfico de drogas y las balaceras que se han producido entre bandas rivales.
A ello se suma el que la toma está instalada en un sector en que en 1993 se produjo un aluvión que dejó un saldo de 26 muertos, por lo que el área se encuentra oficialmente declarada como zona de peligro inminente y no se permite el asentamiento en un margen de 30 metros desde la ribera norte de la quebrada.
De acuerdo con lo registrado en el Catastro de Campamentos de Techo-Chile 2024-2025, en la toma Dignidad viven actualmente alrededor de 2.250 personas, distribuidas en unas 750 familias.