Medidas correctivas inmediatas, además de la apertura de sumarios administrativos para establecer las respectivas responsabilidades, ordenó la Contraloría General de la República (CGR), tras detectar una serie de irregularidades en los hospitales Carlos Van Buren y Gustavo Fricke, en la Región de Valparaíso.
De acuerdo con lo informado por la CGR, ambos recintos hospitalarios evidenciaron graves deficiencias de infraestructura, así como fallas en la gestión interna.
Según el reporte de la Contraloría Regional de Valparaíso, las fiscalizaciones efectuadas a ambos recintos en el mes de mayo también permitieron detectar incumplimientos operativos. Aquello, además de un uso inadecuado de espacios clínicos.
El detalle de las irregularidades en los hospitales
El ente fiscalizador dijo que durante la inspección en el hospital Carlos Van Buren, de Valparaíso, comprobó la presencia en pasillos o áreas comunes de pacientes que deberían estar en salas de hospitalización habilitadas.
A la vez, descubrió fallas en el control de asistencia del personal médico, lo que incluye tanto la ausencia de información clara sobre consultas programadas, como de los calendarios de turnos.
Apuntó también que en la cocina se detectó un “avanzado deterioro, particularmente falta de mantención del suelo”. A eso añadió “ventanales en mal estado de conservación y techumbre con planchas y vigas a la vista, existiendo riesgo de desprendimientos o desplomes“.
En el mismo lugar se verificó la no existencia de una separación efectiva entre áreas de recepción, almacenamiento, producción y lavado, lo que incumple las normas de higiene alimentaria.
Además, alertó sobre la paralización de las obras de la nueva Central de Alimentación, adjudicadas en mayo de 2023 y que no se han completado.
Respecto de este punto, el organismo ordenó al hospital adoptar medidas para agilizar su conclusión e informar oficialmente a la institución.
En tanto, instruyó iniciar un sumario administrativo para determinar responsabilidades por las otras irregularidades detectadas en el hospital.
En cuanto al Hospital Gustavo Fricke, la inspección por parte de la Contraloría comprobó que “dos pabellones no son utilizados para operaciones quirúrgicas. Esto, porque uno de ellos se ocupa como lugar de almacenamiento para equipos médicos, mientras que el otro funciona como bodega para insumos de esterilización“, según detalló.
También “se advirtió que diversos equipos médicos del hospital, como lámparas de procedimientos, mesas quirúrgicas de oftalmología y camas eléctricas, estaban situados en zonas de circulación del establecimiento, las cuales, además, no cuentan con condiciones adecuadas para su resguardo”.
El órgano contralor ordenó medidas correctivas inmediatas y la planificación de acciones para garantizar la seguridad tanto de los pacientes como de los trabajadores.