Después de Navidad, no es raro recibir regalos que no nos gustan. El problema surge cuando no traen boleta o ticket de cambio.
Aunque muchas veces no se puede cambiar un regalo solo por gusto, la ley de protección al consumidor establece ciertos derechos que conviene conocer, especialmente si el producto tiene fallas. Conocerlos puede ayudarte a saber cuándo sí puedes pedir un cambio, devolución o reparación.
Según el Servicio Nacional del Consumidor, cuando un producto no cuenta con ticket de cambio, el comercio está facultado para rechazar un cambio voluntario si el artículo no presenta fallas y la solicitud se debe únicamente a una preferencia personal.
En Chile, las tiendas no tienen la obligación legal de cambiar un producto porque no gustó su color, modelo o talla, a menos que ese beneficio haya sido ofrecido previamente como parte de su política comercial. No obstante, muchos establecimientos acceden a realizar cambios como una medida de buena voluntad, generalmente solicitando algún comprobante de compra.
Regalos de Navidad: esto puedes hacer si no te gustaron y no tienes comprobante
Aunque la boleta es el respaldo más habitual, no es el único medio válido. El Sernac señala que, si la compra fue realizada con tarjeta de crédito o débito, los comprobantes de pago, estados de cuenta bancarios o cartolas pueden servir para acreditar la transacción, ya que incluyen información relevante como la fecha, el comercio y el monto pagado.
En caso de no contar con la boleta en formato físico, se aconseja revisar el correo electrónico, ya que muchas tiendas emiten boletas electrónicas. Además, algunos comercios permiten obtener una copia del comprobante utilizando el RUT de quien efectuó la compra.
La situación es distinta cuando el artículo tiene defectos. En ese caso, aplica la garantía legal, la cual en Chile tiene una vigencia de tres meses desde la fecha de compra. Este derecho no puede ser renunciado y no depende de contar con un ticket de cambio, sino de disponer de algún medio que permita acreditar la compra. Entre los documentos aceptados se incluyen boletas, facturas, comprobantes de pago, extractos bancarios o cartolas de cuenta.
Si una empresa se niega a cumplir con estas obligaciones, el consumidor puede presentar un reclamo ante el Sernac, adjuntando los antecedentes disponibles. Por ello, se recomienda conservar siempre los comprobantes de compra, especialmente en periodos de alto consumo como Navidad, para evitar inconvenientes posteriores.
