Paridad y participación de trabajadores: la propuesta de Gabriel Boric para las grandes empresas
El candidato presidencial de Convergencia Social entregó una serie de ideas para transformar el modelo del empresariado, considerando las demandas surgidas en el estallido social.
Por Sebastián Dote
El diputado recurrió a una columna en El Mercurio para dar a conocer sus ideas. (Agencia UNO/Archivo)
El diputado y candidato presidencial de Convergencia Social, Gabriel Boric, dio a conocer durante este sábado una serie de propuestas al empresariado para “transformar” su modelo, considerando las exigencias ciudadanas expresadas durante el estallido social del 18 de octubre de 2019.
En una columna en el diario El Mercurio, el ex dirigente estudiantil expresó que las protestas de los últimos años dejaron en claro que la demanda “no se trata solo de derechos sociales, que sin duda son importantes, sino que también de una real igualdad política, que permita a todas y todos tener la misma posibilidad de incidir en la vida social, sin importar su género y clase social”.
En ese sentido, el otrora referente del Movimiento Autonomista afirmó que la redacción de una nueva Constitución es solo “un estándar mínimo para una sociedad democrática”. “Como hemos aprendido de las feministas, no hay igualdad política si los hombres tienen ventajas que permiten que su opinión primer en las decisiones en el hogar y en la sociedad”, añadió.
En este aspecto, el congresista “no hay igualdad política si las o los trabajadores no tienen una voz determinante en las decisiones estratégicas de las empresas en donde trabajan”.
Por las propuestas concretas para el empresariado y el mundo productivo, Boric señaló que “proponemos que -en un plazo razonable para un cambio legal de esta envergadura- los directorios de las grandes empresas tengan una participación de las y los trabajadores equivalentes a la representación que tienen las y los accionistas, y que exista paridad de género en su composición”.
“Para quienes se sorprendan con esto, lo que proponemos no sería un experimento o un aventura sin precedentes, sino una política implementada con bastante éxito en la Europa posguerra. Sociedades que, luego del trauma de la guerra, entendieron que un desarrollo inclusivo y lleno de grandes desafíos productivos requería de diálogo en igualdad de condiciones de todos los niveles”, aseguró.
