Luis Cordero, ministro de Seguridad Pública, entregó su visión respecto a la acusación constitucional en contra del delegado presidencial metropolitano, Gonzalo Durán, advirtiendo sobre los efectos de este tipo de acciones.
En su comparecencia con los medios, el secretario de Estado expresó que “desconozco el contenido, los argumentos de la acusación y una vez que lo conozca probablemente podré tener una opinión más precisa. Lo único que yo he recordado es que la causal de acusación constitucional para delegados presidenciales es muy concreta en la Constitución, supone una infracción jurídica muy precisa y supongo que los acusadores y sus abogados tendrán presente esa situación”.
Sin embargo, Luis Cordero aseveró que “si usted presenta una acusación para remover un cargo exclusivo de confianza, entonces es una de las prácticas del parlamentarismo de facto, que es un tema complejo en un sistema presidencial tan rígido como el chileno”.
Para el titular de Seguridad Pública, “si lo que se desea es establecer un punto político para remover un cargo de exclusiva confianza, es una práctica parlamentaria que en un sistema presidencial rígido, por cierto, genera consecuencias indeseadas”.
Ante esto, espera que la acusación constitucional contra Durán “se hará cargo de cómo opera la relación de causalidad en esos casos”.
No obstante, Cordero advirtió que “cuando uno desnaturaliza las instituciones es que ya después no tienen borde, y por lo tanto pareciera que cualquier hecho político puede ser resuelto a través de una acusación constitucional, y eso tiene consecuencias muy negativas para el sistema institucional. Yo quiero plantear solo esa advertencia, pero sobre el punto en concreto mejor leer el texto”.
