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Jorge Alessandri (UDI): “Me siento triunfador en la batalla de las ideas, porque las nuestras han avanzado más que en los últimos 40 años”

El diputado UDI y candidato a la reelección en el Distrito 10 analiza en EL DÍNAMO las negociaciones fallidas para conformar una lista parlamentaria única de oposición y defiende la candidatura de Evelyn Matthei y desdramatiza los descuelgues en favor José Antonio Kast.

A pocos días del inicio formal de la campaña presidencial, el diputado Jorge Alessandri (UDI) hace un balance de las negociaciones parlamentarias que no prosperaron entre Chile Vamos y el Partido Republicano. Desde su perspectiva, la imposibilidad de lograr una lista única representa una oportunidad perdida que podría haber significado entre 8 y 11 diputados adicionales para la oposición.

En entrevista con EL DÍNAMO, Alessandri defiende la candidatura de Evelyn Matthei y minimiza los descuelgues de figuras de Chile Vamos hacia José Antonio Kast, asegurando que la candidatura debe “reencantar” a los liderazgos de la coalición.

A principios de semana se inscribieron las listas parlamentarias. Chile Vamos logró el acuerdo con Demócratas, sin embargo no se alcanzó una lista única con el Partido Republicano. ¿Cuál es el balance?

—Nosotros siempre insistimos en la lista única porque era la forma de llegar con mayoría en la Cámara y en el Senado. Hasta el último día, a última hora lo intentamos y eso, según nuestros cálculos, podría haber dado entre 8 y 11 diputados más para la oposición. Tener la Cámara en contra ya lo vivimos en los gobiernos de Sebastián Piñera; es muy difícil para un gobierno pasar sus leyes, aprobar su presupuesto, si es que no se tiene un Congreso favorable. Pero lamentablemente no existió disponibilidad para tener esa mayoría necesaria. 

—Tampoco se lograron los pactos por omisión.

—Efectivamente intentamos cuatro pactos por omisión en senadores y solamente se consiguieron dos, con la sorpresa de Aysén, donde finalmente Calisto se va a una lista que apoya a Jeannette Jara sorpresivamente ese día, a las últimas horas de la noche.

Espero que en el Senado tengamos un muy buen resultado, en la Cámara también, pero lamento que no se haya logrado la lista única. Esa es la realidad, hay que trabajar con eso, hay que trabajar el doble y tenemos que darle al próximo gobierno —que no sea de oposición a la actual— una mayoría parlamentaria para poder hacer los cambios y frenar las cosas malas que se han hecho en este gobierno.

¿Es Republicanos el responsable de la falta de unidad de la derecha?

—Evidentemente, para hacer un acuerdo de este tipo se necesitaban todos. A veces veíamos cómo Demócratas o Evópoli se les facilitaba menos ese pacto con Republicanos, con Socialcristianos, con Libertarios. Yo creo que la situación de Chile en este momento es tan fuerte y tan dura que había que hacer un esfuerzo especial. Había que guardarse las diferencias y trabajar juntos para que Chile saliera de esta crisis de seguridad, de crecimiento, de migración descontrolada.

No hubo esa generosidad. Pasa muchas veces en política, hemos tenido muchos ejemplos en la derecha en los últimos 100 años donde nos cuesta unirnos y después nos arrepentimos por muchos años. Pero como le digo, yo voy a trabajar el doble para que en el distrito 10 revirtamos el resultado de la elección pasada, que salieron 5 de izquierda y 3 de derecha. Espero que esta vez seamos 5 de derecha y 3 de izquierda, y eso se lo he transmitido a todos los diputados de Chile Vamos de Arica a Punta Arenas: “Trabajemos el doble y obtengamos mayoría en ambas cámaras” para poder enderezar el país y devolverlo a una senda de crecimiento.

Desde Republicanos se dice que se va a obtener una mayor cantidad de cupos tanto en el Senado como en la Cámara compitiendo en dos listas. ¿Por qué desde Chile Vamos no comparten este análisis?

—El sistema D’Hondt tiene una fórmula matemática. No siempre el que tiene más votos es el que saca más escaños. Nosotros hicimos las simulaciones, especialmente en distritos grandes con 7 u 8 diputados, los más populosos. El último entra con muy poquitos votos, los dos últimos entran con muy poquitos votos, y en nuestras simulaciones era mejor ir en lista única.

Si usted se lo pregunta a los expertos de izquierda a derecha, desde Pepe Auth hasta cualquiera de derecha, le dicen que el sistema D’Hondt premia a las listas más votadas. Pero bueno, si Republicanos tiene otros cálculos, espero que estén en lo correcto, porque ya no se dio la lista única. 

¿No cree que quizás la decisión de Republicanos de ir solos se debe a que están jugando a tomar la hegemonía de la derecha? 

—En la lista única también habríamos competido. La gente igual habría tenido la posibilidad de elegir un candidato de Chile Vamos o un candidato Republicano. Esa lucha por la hegemonía, que yo creo que es de corto plazo, no es para este momento. La única hegemonía que le interesa al país es que la mayoría de los parlamentarios electos sean parlamentarios que aprueben leyes pro crecimiento, pro seguridad, pro migración controlada.

Por lo tanto, la pelea de la hegemonía la encuentro un poco cortoplacista, pero la puedes tener siempre. Imagínese que en mi distrito van 54 candidatos para 8 cupos. Hay variedad. Este sistema fragmentado que tenemos te da muchas opciones: de partidos muy pequeños a partidos muy grandes, de partidos muy nuevos a partidos muy tradicionales. Entonces, si la lucha es la hegemonía, yo creo que estoy en otra lucha, que es la lucha de que Chile salga adelante y de que Chile no se quede atrás.

Usted menciona que a Chile Vamos no le importa esa lucha por la hegemonía. Sin embargo, por segunda ocasión consecutiva se podrían quedar afuera de la segunda vuelta y también podrían tener menos diputados que la coalición de Republicanos y Nacional Libertarios. ¿Eso no le preocupa?

—Mire, por primera vez desde el año 90, los candidatos presidenciales de derecha marcan el doble que los de izquierda. Las ideas de la libertad, las ideas del crecimiento, las ideas de la seguridad son mayoría en Chile. Y a eso nosotros sentimos que hemos contribuido con un granito de arena. Hemos contribuido en tiempos difíciles como el estallido y la pandemia, marcando una línea, manteniéndonos firmes.

Por lo tanto, me siento triunfador en la batalla de las ideas. Nuestras ideas han avanzado más que en los últimos 40 años. Por eso hay tres candidatos presidenciales competitivos —Kast, Matthei y Kaiser— en este momento, que son cercanos a esas ideas. Por lo tanto, la balanza se va cargando, las ideas van avanzando y eso tenemos que ser capaces de traspasarlo a lo parlamentario para darle sustento a un gobierno de oposición.

¿No se resiente el hecho de que ustedes durante muchos años han sembrado esas ideas, pero ahora los frutos los estarían cosechando otros partidos?

—No lo veo así. José Antonio Kast es ex militante de la UDI, Kaiser es ex militante de la UDI, Evelyn Matthei es militante de la UDI. Si alguien ha sembrado y cosechado, diría yo que es la UDI.

¿Cómo ve el tema de la candidatura presidencial? Durante la última semana hemos visto varios descuelgues hacia Kast: el expresidente de RN, Carlos Larraín, el senador Kusanovic y últimamente el ex jefe de bancada de Renovación Nacional, Miguel Mellado.

—Es parte de la carrera, son 90 días de campaña, partimos el lunes. Si esto fuera una carrera de 100 metros, vamos en el metro 3, o en el día 3. Esto está empezando y, por supuesto, esas personas me parece que tienen derecho de opinar. Al final, yo creo que esas personas van a terminar votando por el candidato que nosotros apoyemos en segunda vuelta igual.

El descuelgue más doloroso sería el que dice “yo ya salgo de la oposición y me voy con Jara”. Ese sería un descuelgue ideológico terrible. El resto, yo creo que no me gusta, pero son desórdenes que se han visto en Renovación Nacional y creo que hay que seguir trabajando como si eso no hubiera ocurrido.

¿A qué le atribuye que cueste en Chile Vamos cuadrarse con la candidatura de Evelyn Matthei? También se vio en la candidatura anterior con Sebastián Sichel, donde hubo descuelgues en favor de José Antonio Kast.

—El partido tendrá que responder por las opiniones que da. Yo creo que la campaña parte recién, vamos en el día 3 y esos liderazgos —el de Larraín o Mellado, y los otros que usted menciona— habrá que volver a conquistarlos, habrá que ir, conversar con ellos, incluirlos en el programa de gobierno.

Pero yo insisto en que en las grandes ideas, en las grandes cosas, son las ideas de la prosperidad, de la libertad, del crecimiento las que van ganando en Chile, y eso produce una tremenda satisfacción. Tenemos que competir, por supuesto, en lo parlamentario, tendremos que medirnos, tendremos que ver cuánto sumamos, pero al final se termina la posibilidad de un gobierno de continuidad. No condenamos a Chile a otro gobierno de cercanía ideológica con el presidente Boric, sino que abrimos una ventana a un Chile que se recupera. Y eso tiene que tenernos muy contentos a todos.

¿Quién cree que es el candidato que mejor encarna esas ideas que menciona?

—Matthei para mí, pero también Kast y también Kaiser, en alguna medida.

¿Por qué cree que el mensaje de Matthei no ha permeado en la ciudadanía? Le pregunto porque en las encuestas Matthei aparece muy por debajo de Kast. 

—Estuvo en primer lugar durante 22 meses. Ahora que nos acercamos a la elección y se despliega territorialmente con su programa, yo estoy seguro que la gente va a pensar en Chile para los próximos 4 años, pero también en qué presidente proyecta el país para los próximos 20, quién es capaz de volverlo a la senda de crecimiento.

Ahora empieza la campaña, ahora empiezan los debates, ahora empieza la muestra de tus colaboradores, tu equipo y tu programa. Entonces, 22 meses en primer lugar, por supuesto que desgastan. Ha habido un pequeño bajón en los últimos dos meses —22, luego dos— y ahora quedan tres que son decisivos.

Usted en su momento fue vocero de Evelyn Matthei. ¿Cómo evalúa la actual estructura del comando con Juan Sutil y Juan Antonio Coloma a la cabeza?

—Me parece que se ha ido fortaleciendo. Esas dos personas son figuras con experiencia, con mucha ascendencia en la centroderecha, así que me parece que son tremendas incorporaciones. También está Luciano Cruz-Coke en el comité estratégico, los presidentes de partido. Por lo tanto, lo veo fortalecerse en el camino.

Sutil reabrió el frente respecto al debate sobre la dictadura, un tema que parece que no se ha resuelto del todo. ¿Por qué cree que ese tema termina siempre golpeando a la candidatura? 

—Juan Sutil explicó, y a mi juicio explicó bien: nosotros no estamos mirando por el retrovisor, estamos mirando por el parabrisas, para adelante. No se trata de mirar para atrás y juzgar todo lo que pasó. El programa del gobierno es futuro, y Evelyn Matthei le tiene que dar futuro a Chile y le tiene que dar esperanza a Chile. Así que en eso estamos.

¿Pero por qué cree que ese tema pesa tanto en la campaña de Matthei? Kast y Kaiser tienen posturas parecidas, incluso más duras sobre el tema, pero no suelen tropezar tanto.

—Sutil dio una opinión, habló del gobierno dictatorial, pero estableció un hecho. porque sí, es un hecho. Es un hecho que la única dictadura en el mundo que ha terminado con un plebiscito y, perdido ese plebiscito, se entrega el poder, es la chilena. Somos originales en eso. No ha pasado esto en Corea del Norte, no ha pasado en Venezuela, no ha pasado en China, no ha pasado en Nicaragua.

Entonces, ¿es dictadura? Sí. ¿Terminó de una forma distinta a las otras que hemos visto en la historia del mundo? Sí. Estas no son opiniones de Juan Sutil ni mías, son hechos.

Una de las definiciones que se han visto es que Matthei debería apuntar más hacia el voto del centro, el voto que no está en los extremos. ¿Cree que ese es el electorado donde debe apuntar la candidatura?

—Yo creo que este país está fragmentado políticamente. No hay mucho espacio para ir dando un discurso al centro político, y yo creo que debería haber propuestas de ideas: qué va a hacer concretamente con los impuestos, qué va a hacer con el empleo, qué va a hacer con nuestros carabineros y la PDI, qué va a hacer con nuestra frontera. Y a eso está abocada.

Proyectos en serio, para un Chile en serio. No solamente slogan, no solamente frases, sino que bajadas en serio de cómo lo va a hacer. La seguridad en serio significa con un cálculo presupuestario, con leyes, con objetivos específicos por región, y en eso está muy bien Evelyn Matthei.

La diputada Ximena Ossandón decía que el rival en primera vuelta era José Antonio Kast. ¿Comparte ese análisis de que Kast es el rival electoral de cara a la primera vuelta?

—Es difícil pensar que podrían pasar dos de derecha a segunda vuelta. Todos nuestros cálculos dan que eso es muy difícil que ocurra en Chile. Ahora, si Jeannette Jara se sigue desplomando, sigue no leyendo los programas o no estando preparada al estándar que estamos acostumbrados en Chile para debates presidenciales, quizás puede pasar. Yo lo veo muy difícil. Yo veo que pasa uno de derecha y Yanet Jara.

¿Dónde está la posibilidad de que quien pase de derecha sea Matthei y no Kast?

—En que las ideas de ella le hagan sentido a más gente. En que las propuestas y los equipos que ella muestra al país le hagan al país sentir tranquilidad de que vamos a mejorar, de que vamos a volver a la senda de crecimiento, de que vamos a sacar a Chile del pantano económico, de seguridad y de migración irregular, de listas de espera. Que Evelyn va a saber resolver los problemas.

Evelyn Matthei ha sido ministra, ha creado empleo, ha sido alcaldesa, ha mejorado la seguridad en su comuna. Entonces, siento que tiene más que mostrar en cuanto a cosas concretas.

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