El secretario general del PPD, José Toro Kemp, enfrentará su primer desafío electoral y en uno de los escenarios más competitivos y complejos del país: el Distrito 10. Pese a que ya hay cinco incumbentes del oficialismo que van a la reelección —incluida Helia Molina, también del PPD—, Toro confía en que el electorado optará por la renovación de cuadros y se autodefine como una carta competitiva en la zona.
Además, el candidato subraya la necesidad de que el Socialismo Democrático y la centroizquierda no pierdan representación en el Congreso. Y descarta que el discurso de seguridad sea patrimonio exclusivo de la derecha relevando el rol de la prevención.
Además, desde su rol como secretario general del PPD e integrante del comité estratégico del comando de Jeanette Jara, afirma: “Da lo mismo si renuncia o no, porque ella es una líder que está por sobre el Partido Comunista”.
Respecto al rol de Carolina Tohá en la campaña presidencial, Toro asegura: “Para aportar en temas como seguridad, donde ella tiene amplia experiencia, ella lo ha hecho y sigue aportando, pero no se requiere tener un lugar de exposición pública”.
“El Socialismo Democrático y la centroizquierda no se pueden quedar sin representación”
—Pareciera que el discurso de seguridad, crecimiento e inmigración que levanta la derecha es lo que demanda la ciudadanía. ¿Cómo se plantea su candidatura ante un escenario que parece más favorable para las ideas de ese sector?
—Las ideas de la seguridad no le corresponden solo a la derecha. Nosotros nos hacemos cargo de decir que necesitamos más seguridad, pero con una mirada integral que no solo tiene que ver con tener más mano dura, más cárcel efectiva y terminar con la puerta giratoria. Sino también que se haga cargo de la prevención. Todo país debe caminar y mascar chicle a la vez. La mejor manera de prevenir tiene que ver con mejorar el acceso al deporte, mejorar el acceso a la cultura. Cada peso ganado, cada peso invertido en deporte y cultura es un peso invertido en materia de seguridad y en prevención.
—Pero ese discurso, ¿cómo entra en la ciudadanía? Porque las encuestas y estudios muestran que se pide más mano dura que prevención. ¿Cómo la izquierda puede hacer entender eso a los ciudadanos?
—He visitado muchos centros de adultos mayores de La Granja, de San Joaquín, de Macul, de Santiago, y todos saben que el profeta que dice que va a terminar con la delincuencia y que nunca más va a existir es una mentira. Saben que lo que hay que hacer es combatirla con fuerza, pero también —y es lo que te piden— que haya más espacios de deporte y cultura. La ciudadanía sabe que esa es la manera de combatir la delincuencia. No solo es el titular rimbombante, no solo es la definición de mucha más fuerza, sino que es también el poder del Estado invirtiendo en prevención.
—En el Distrito 10 hay cinco incumbentes del progresismo. La derecha tiene candidatos fuertes como Orrego, Kast Adriasola o Alessandri. ¿Qué posibilidades ve de su propia elección en uno de los distritos más competitivos del país?
—Es un distrito muy difícil y complejo. Pero sé que es una obligación que el Socialismo Democrático y la centroizquierda no se pueden quedar sin representación. Soy un liderazgo joven que renueva la centroizquierda y que tiene muchas posibilidades de salir electo. Cuando converso con las organizaciones sociales que hemos visitado en el distrito, la primera queja es que los parlamentarios nunca están, que nadie los visita, que las autoridades una vez que salen electas no vuelven al territorio. Por eso la gente no quiere votar por los mismos de siempre y yo no soy de los mismos de siempre.
—¿Qué expectativas tiene el PPD de esta elección, considerando que hace algunas elecciones vienen reduciendo su presencia en el Congreso?
—Nos querían dar por muertos, pero aquí seguimos manteniendo nuestra representación político-electoral. Es muy importante que toda la centroizquierda en general, en un periodo que existe una regresión conservadora muy importante, podamos mantener la representación, porque finalmente tenemos que ser el dique de contención contra el mundo ultraconservador y contra la ultraderecha.
—La bancada del PPD está mayormente conformada por independientes. ¿Existe un problema al tener esa configuración en sus listas y en la bancada del Congreso?
—No hay ningún problema. Tenemos una muy buena relación con nuestros parlamentarios independientes, hay bastante coordinación. De hecho, promovemos esa colaboración entre el PPD y el mundo independiente porque lo que importa son las ideas progresistas, ideas de centroizquierda que representamos. Sin importar la composición, sea militante o independiente, lo importante son las ideas que vamos a defender en el mundo que viene.
—¿No podría interpretarse como un aprovechamiento de la figura independiente para mantener vigente el partido en el Congreso?
—No es así. Quizás aplique para los partidos que ahora recién se acercan al mundo independiente, pero el PPD desde su historia, desde que nació, se abrió como un referente nuevo y moderno de la centroizquierda y tenía una permeabilidad con el mundo independiente mayor que cualquier otro partido.
—Van en una lista amplia con el PC y el FA, sin embargo representan proyectos diferentes. ¿Esperan retomar terreno en el Congreso respecto a esas fuerzas políticas que tienen bancadas más grandes?
—Lo que se requiere hoy día es la unidad completa del progresismo, más allá de la diferencia entre uno u otro partido. Los desafíos que tiene Chile, la regresión conservadora, la posibilidad de pérdida de derechos sociales a través de recortes fiscales es total y para eso requiere de una voluntad política de todo el progresismo. Por eso nuestra candidata lidera una coalición desde la Democracia Cristiana al Partido Comunista. No me centraría en la individualidad de los partidos. Lo que requiere hoy día es generosidad de cada partido para enfrentar los desafíos que vienen, pero sobre todo en el caso de la centroizquierda, volver a reconectarnos con nuestro espíritu inicial, con la lógica de la construcción de mayorías sociales y políticas siempre.
—Considerando que todas las encuestas dicen que el próximo gobierno será de oposición, ¿se hace más urgente conseguir una buena elección parlamentaria para generar un equilibrio de fuerzas?
—Sin duda se hace muy urgente tener un equilibrio en la Cámara, conquistar la mayor cantidad de escaños parlamentarios, tanto en diputados como en senadores. Yo lo que sí creo es que la situación presidencial está todavía abierta. Lo único claro es que Jara se ha consolidado como la candidata que va a pasar a segunda vuelta. Pero no sabemos bien cuál es el candidato de la derecha. Ahí hay un escenario completamente abierto.
—¿Aprendió la lección el actual oficialismo de cómo ser oposición, considerando las críticas de Chile Vamos sobre que fueron una oposición muy dura al expresidente Piñera?
—Esperaría que sí, que todos hayamos aprendido las lecciones de la historia. Y eso también va para la derecha y va para la oposición actual. Cuando uno hubiese pensado que con el gobierno de Sebastián Piñera la derecha había avanzado y había condenado la dictadura cívico-militar, hay comentarios que hoy día sorprenden y pareciera ser que ha habido un retroceso. Espero que todos hayamos hecho aprendizaje porque lo más importante es cómo logramos acuerdos que le cambien la vida a las personas. Para eso las oposiciones deben ser constructivas y no negacionistas como han existido hoy.
Campaña presidencial: “Habrá que hacer los ajustes que sean necesarios”
—Como integrante del comité estratégico del comando de Jara, ¿ya se están preparando para el desafío que significa la campaña en segunda vuelta?
—Efectivamente la segunda vuelta es una campaña diferente y se requiere trabajarla y prepararla. Los equipos están trabajando y habrá que hacer los ajustes que sean necesarios, pero lo importante primero es consolidar el triunfo en primera vuelta, que es la próxima semana, y de ahí rápidamente ponernos a trabajar para dar a conocer por qué Jara es la mejor para ser presidenta de Chile.
—¿Qué ajustes podrían ser necesarios en cuanto a personas, énfasis o narrativa?
—Todo lo que sea necesario, pero los ajustes dependen mucho de contra quién pasemos. A cada candidato se le debe tratar de una manera distinta. No es el mismo escenario que otro. Por eso la derecha se equivoca, se cree que es una suma lineal de la elección en segunda vuelta, porque también debemos ver cuál va a ser el clivaje. ¿Entre qué se va a disputar esa elección? Pareciera ser que a ellos les gustaría que siga siendo seguridad. La seguridad es la principal preocupación de los chilenos. ¿Pero será solo eso? ¿O cuando uno habla de regresión de derechos sociales a través del ajuste fiscal que no saben cómo hacerlo, también va a significar una pérdida de derechos? El chileno y la chilena no quieren perder derechos sociales.
“Tohá no debería ser parte del comando”
—La ex ministra Tohá reapareció públicamente en un acto de respaldo de la centro izquierda a Jara. ¿Ven la necesidad de que ella asuma un rol más protagónico o formal de cara a la segunda vuelta?
—Yo particularmente creo que no, pero si ella quiere asumirlo, sin duda contará con todos nuestros respaldos. En general las candidaturas o precandidaturas presidenciales, una vez que pierden la primaria, no asumen ningún tipo de rol o posición en primera línea porque se entiende que lo más importante es el rol de la candidata que gana. Ahora, si es necesario que contribuya, ella manifestó su voluntad y todo, sin duda va a contar siempre con todo nuestro respaldo porque Carolina Tohá sigue siendo la mejor de las nuestras.
—¿Por qué no debería ser parte del comando?
—Si miras hacia atrás, todos los candidatos que fueron a primarias presidenciales no terminaron ocupando nunca ningún rol en ningún comando. Es un tema de tradición, donde lo que se tiene que concentrar es todo el esfuerzo en el rol de la candidata que ganó. Para aportar en temas como seguridad, donde ella tiene amplia experiencia, ella lo ha hecho y sigue aportando, y no se requiere tener un lugar de exposición pública. El apoyo de Carolina Tohá es indudable, el apoyo de nuestro mundo es indudable. El apoyo está, la colaboración existe.
—La candidata anunció que posiblemente renuncie a su militancia del PC en caso de ser presidenta. ¿Por qué cree que se ha vuelto tan importante su militancia comunista y por qué hace este anuncio a puertas de la segunda vuelta?
—Ese tipo de cosas no significan mucho. Independiente de que Jara sea comunista o no, que renuncie o no renuncie, da lo mismo porque ella es una líder que está por sobre el Partido Comunista. Ella es una líder de una coalición compuesta por nueve partidos, la coalición política más amplia en la historia de Chile, desde la Democracia Cristiana al Partido Comunista, y eso ella lo tiene muy claro. Entonces da igual si renuncia o no renuncia, si suspende o no suspende su militancia. Ella, con trabajo, con esfuerzo y con el voto popular, se ganó el liderazgo de esta amplia coalición. Eso es superior a cualquier partido. El liderazgo de ella como mujer, como candidata a presidenta de Chile, claramente está por sobre cualquier otra situación.
—Dependiendo de qué candidato de derecha pase, ¿cuál cree que sería el mejor escenario para Jara en segunda vuelta: enfrentarse a Kast, Kaiser o Matthei?
—Creo que los tres escenarios están abiertos, los tres escenarios son difíciles y los tres escenarios requieren estrategias distintas. Es una primaria de la derecha donde no son capaces de ponerse de acuerdo en aspectos fundamentales sobre cuál es la opinión de la dictadura, sobre las supuestas amnistías que van a hacer algunos, sobre si cambiaron o no cambiaron de opinión sobre lo que significa el matrimonio homosexual. Creo que son ellos los que tienen mucho más que responder. Nosotros tenemos que enfocarnos en por qué esta coalición política, única en la historia, le es mejor a Chile, le es mejor a los ciudadanos, a los vecinos y vecinas, por qué verdaderamente permite que Chile tenga paz, tranquilidad y crecimiento económico.
—Kaiser está al alza en las encuestas con posturas bastante radicales. ¿No cree que eso podría generar un escenario electoral distinto al que se enfrentaría con Kast o Matthei, candidatos con campañas más consolidadas?
—Sin duda Kaiser hace ver tranquilo y de centro a Kast, pero no es así. Kast igual representa un mundo de ultraderecha conservador y negacionista. Es una derecha que reivindica el golpe de Estado, reivindica las violaciones a los derechos humanos. Pareciera ser que, en vez de avanzar, la centroderecha democrática retrocedió. Las señales son claras en eso. Tenemos que ver cuál va a ser el candidato que acompaña a Jara en segunda vuelta. Hoy día está consolidada Jara en el paso a segunda vuelta y espero que sea máximo por cinco puntos, o lo más cercano a eso, una buena medida, y eso nos permite proyectarnos de mejor manera para una campaña que, a pesar de lo que se trata de instalar, todavía está muy abierta.