Este domingo la ciudadanía concurrirá a las urnas no sólo para elegir el próximo presidente, sino que también para renovar ambas cámaras legislativas.
En concreto, la elección parlamentaria permitirá la renovación de los 155 diputados en ejercicio y de los escaños del Senado en siete regiones (Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Valparaíso, El Maule, La Araucanía y Aysén).
Fueron seis las listas parlamentarias que se inscribieron para competir en los comicios: tres de derecha o centro derecha “Chile Grande y Unido”, “Cambio por Chile” y la lista del Partido de la Gente; y tres por la izquierda y centro izquierda: “Unidad por Chile” y “Verdes, Regionalistas y Humanistas” e “Izquierda Ecologista Popular”.
La competencia, a diferencia de las elecciones pasadas, tiene nuevos componentes que la hacen incierta, dicen analistas y los líderes de partidos.
Factores como la inscripción de un nuevo pacto parlamentario a la derecha de Chile Vamos, la dispersión de votos, la disputa de grandes escenarios como Valparaíso, el Maule o La Araucanía, y la pugna interna en las coaliciones por la hegemonía del sector; hacen de esta parlamentaria una instancia tan importante como la presidencial.
Las grandes batallas
Si bien en los partidos aseguran que todos los distritos y circunscripciones son relevantes, lo cierto es que hay zonas identificadas como cruciales en el objetivo de lograr una mayoría sustantiva en el Congreso (en el caso de la derecha); o llegar a un equilibrio de fuerzas (dicen en la izquierda).
Las proyecciones indican que Chile Vamos y la coalición de republicanos y libertario serán las primeras mayorías. Escenario al que se resiste Unidad por Chile, conglomerado que reúne al PC, FA, PS, PL, PR, PPD y la DC.
Para evitar una mayoría abrumadora de la derecha en la Cámara, la coalición de Jeannette Jara identifica como relevante mantener el “3-2” en Valparaíso. Hoy, la región tiene dos senadores del Socialismo Democrático —Lagos Weber y De Rementería que reemplazó a Isabel Allende— y otro del FA, Juan Ignacio Latorre.
Por lo mismo, en el progresismo desplegaron sus mejores cartas para mantener la mayoría; Karol Cariola (PC), Diego Ibáñez (FA), José Miguel Insulza (PS) y Carolina Marzán (PPD) son los nombres que competirán por un cupo en la Cámara Alta.
El problema es que en la derecha, a pesar de ir en listas separadas, también hay cuadros reconocidos y competitivos. En Chile Vamos van María José Hoffmann (UDI), Camila Flores (RN) y Andrés Longton. Y por el Partido Republicano va Arturo Squella, presidente de la tienda y mano derecha de José Antonio Kast.
Tan importante como Valparaíso es el Maule y La Araucanía. La región maulina es la única que tiene un desbalance notorio en cuanto a la proporción de senadores: cuatro de oposición y uno oficialista.
La tarea es compleja para la izquierda. A pesar de haber desplegado figuras como Paulina Vodanovic, presidenta del PS, o Beatriz Sánchez, ex candidata presidencial del FA, en las encuestas la mejor carta aspectada del oficialismo es Aléxis Sepúlveda, del Partido Radical. Además, en la lista de los regionalistas compite el ex PS, Jaime Naranjo, quien ya fue senador por la región.
Por la derecha, en tanto, va un fuerte elenco: el senador activo Juan Castro (PSC), Juan Antonio Coloma (UDI), Andre Balladares (RN) y Hugo Rey (RN). En los republicanos la carta fuerte es el general en retiro Cristián Vial.
La Araucanía también podría tener un giro radical. Si bien en la región hay una mayoría opositora, hace ochos años los elegidos fueron de tendencia de centro derecha (García Ruminott, Felipe Kast, Gloria Aravena,); mientras que Huenchumilla y Quintana fueron electos por la centro izquierda.
Ahora, en la región asoman como favoritos la dupla de los republicanos, Rodolfo Carter y Ruth Hurtado; mientras que en los nacional libertario está Vanessa Kaiser, hermana de Johannes. En Chile Vamos, las apuestas fuertes son los diputados Henry Leal (UDI), Miguel Ángel Beker (RN).
Unidad por Chile apuesta a la reelección de Huenchumilla y la irrupción de Ricardo Celis (PPD).
Otras batallas relevantes son las de la Cámara: el Distrito 9 y 10, de Santiago, son especialmente importantes para los partidos. En el primero compiten los presidentes de la UDI y Evópoli, Guillermo Ramírez y Juan Manuel Santa Cruz, y también el independiente por RN, Aldo Duque. La izquierda, en tanto, pensaba llevar a Daniel Jadue, quien fue inhabilitado.
En el 10, calificada como madre de las batallas, la derecha busca dar vuelta el 5-3 que obtuvo la coalición gobernante. Para esa tarea, Chile Vamos lleva a Francisco Orrego (RN), María Luisa Cordero (RN) y Jorge Alessandri. Mientras los republicanos apuestan por el hijo de José Antonio Kast. Los libertarios apuestan a quedarse con el escaño que dejará Kaiser con el vicepresidente de la colectiva, Hans Marowski.
La posibilidad de la derecha de tener mayoría (y la disputa interna)
La expectativa en la derecha es obtener mayoría absoluta en ambas Cámaras. De hecho, la expectativa está en alcanzar los 84 escaños en la Cámara de Diputados, cerca de los 88 necesarios para realizar cambios constitucionales. Y en el Senado, acapara 28 de los 50 asientos disponibles.
En el oficialismo apuntan a una cifra más moderada: de 68 a 75 en la Cámara y mantener los escaños actuales en el Senado o incrementar uno en un eventual doblaje en Atacama.
Sin embargo, hoy en la derecha se juega un partido aparte.
En Chile Vamos que en esta elección se jugarán la hegemonía de la derecha ante la posibilidad de un crecimiento de la alianza republicanos-libertarios.
José Antonio Kast ha mencionado a su círculo cercano que tan importante como pasar a segunda vuelta es que la tienda que fundó en 2019 pase a ser la primera fuerza en representatividad en la Cámara de Diputados. Hoy, la bancada más numerosa es la UDI, con 21 diputados integrando la bancada. Le sigue RN con 20.
Un estudio de StreamData —que han tenido a la vista los partidos de oposición— da un empate entre ambas coaliciones: 42 diputados para la alianza de Amarillos, Demócratas y Chile Vamos; y 42 para la coalición de republicanos, libertarios y social cristianos.
“Nuestra intención es crecer en la cantidad de diputados y llegar al menos a tres senadores. Pero lo más importante no es cuántos sean de cada partido, sino si como sector vamos a tener mayoría en ambas cámaras. Si superamos los 78 diputados, podremos avanzar en las reformas que el país necesita”, sostuvo a Revista D el timonel repuiblicano, Arturo Squella, cuando fue consultado por su proyección parlamentaria.
Los cálculos de los republicanos es un número en torno a los 20 diputados y tres senadores.
En tanto, desde el Partido Nacional Libertario, indican que sus cálculos propios van en la dirección de que la tienda obtendrá entre 8 y 10 escaños en la Cámara Baja, lo que califican como un buen resultado en consideración de que es la primera vez que se presentan a una elección popular. Además, se espera que Vanessa Kaiser se transforme en la primera senadora libertaria.