El proyecto de reforma al sistema político, también conocida como ley antidíscolos, sigue su tramitación exprés en el Congreso, luego que La Moneda le pusiera discusión inmediata y así lograr que entre en vigencia antes de la llegada del próximo gobierno.
Así, ya fue despachado desde la Comisión de Gobierno del Senado, que contó con la presencia del ministro Alvaro Elizalde, y se espera su votación la próxima semana en Sala para pasar a la Cámara de Diputados.
Las negociaciones llevadas a cabo por el titular de Interior han conseguido sumar apoyo transversal en el Parlamento, desde el Partido Republicano al PC, consignó La Tercera.
Uno de los puntos a dirimir es de carácter técnico, ya que tiene relación con las atribuciones que tendrán los jefes de comités y que deberán ser reguladas por los reglamentos de la Cámara Baja y el Senado, en vez de la Ley Orgánica del Congreso.
Sin embargo, la Comisión de Gobierno sacó de la iniciativa la prohibición de un parlamentario de cambiarse de bancada. “Es deber de cada parlamentario integrar un comité parlamentario y permanecer en él durante todo el período que dure su cargo”, era el artículo que no fue aceptado por los senadores, quienes advirtieron un eventual conflicto de constitucionalidad.
Por contraparte, se aprobó que el jefe de bancada tenga mayor poder para coordinar la distribución de las comisiones legislativas, comisiones investigadoras y sus eventuales reemplazos, lo que le permitirá “castigar” a los díscolos.
Además, la ley antidíscolos modifica las normas de Partidos Políticos y de Votaciones y Escrutinios, con la intención de que las colectividades no puedan sumar financiamiento público de los legisladores “robados” de otras tiendas.