Tinder es una aplicación del demonio que entrega a sus usuarios la posibilidad de cerrar citas con personas que encuentren atractivas o interesantes, según leímos en Google, porque ningún reportero de El Dínamo la ocupa.
El problema es que una nueva función que está en modo de prueba en Australia permite a los registrados conocer cuáles de sus contactos de Facebook se encuentran utilizando la aplicación. Esta funa nivel dios se llama Tinder Social y se supone que sirve para crear grupos en función de intereses en común.
La explicación es que en Tinder, las personas pueden visualizar rápidamente varios perfiles que les gustaría conocer, mientras que Tinder Social presenta una mecánica muy similar, pero con grupos de personas.
Según comentó Tinder en su blog, la app permitiría a sus usuarios concertar reuniones o saber en qué punto se reunirán los integrantes de los colectivos. ¿Dónde está el problema? Al momento de crear un grupo en Tinder Social, este remite al usuario a una lista de amistades de Facebook que también se encuentran registradas en la app.
La polémica está en llamas, pues una de las características de Tinder era la privacidad que ofrecía a sus usuarios.
