
En el marco del Día del Padre, un estudio reveló una mirada profunda a la paternidad, dando a conocer un perfil de padre chileno que navega entre valores tradicionales, demandas modernas y crecientes tensiones económicas.
Según los datos entregados por NielsenIQ, el 64% de los padres sigue considerando al matrimonio y la familia como pilares fundamentales de la sociedad, y más de la mitad (53%) está actualmente casado. Sin embargo, esta visión convive con una mayor conciencia sobre las desigualdades de género ya que un 47% reconoce que Chile es un país machista, y un 44% apoya activamente la paridad en cargos de liderazgo tanto en el sector público como privado.
A pesar de los desafíos, el principal motor de satisfacción para estos padres no está en lo material, sino en lo emocional. El 58% dice sentirse contento con su vida familiar, y un 53% con su relación de pareja. No obstante, el estrés financiero es un tema constante, ya que más de la mitad de los padres (56%) expresa insatisfacción con sus ingresos, y un 53% con la situación económica del hogar, evidenciando el peso que aún recae sobre ellos como proveedores principales.
El padre chileno y sus lazos familiares
Junto a ello, la paternidad actual se presenta como un proceso de evolución constante. El 61% admite que la crianza se ve influida por la opinión de su pareja o familiares, y un 60% considera que la tecnología es un apoyo en este camino. También se observa una participación creciente de los hijos en decisiones de consumo, ya que un 16% de los padres permite que sus hijos elijan qué marcas comprar, el doble de lo que ocurre entre las madres.
“El rol paterno hoy se construye desde la apertura y la disposición a aprender. Vemos una paternidad más receptiva, que escucha y se adapta”, indicó Clemente Galaz, consultor en NielsenIQ Chile.
En cuanto a la percepción de los hijos, esta varía según la generación del padre. Los más jóvenes (Generación Z y Millennials) los ven como más informados (58%), exigentes (53%), inclusivos (53%), consumistas (51%) y creativos (50%) que ellos mismos a esa edad. En cambio, los padres de generaciones mayores (X y Baby Boomers) los describen como más conscientes de su imagen (59%), ansiosos (55%) y con mayor capacidad de opinión (58%) y participación en la dinámica familiar (53%).
Otro hallazgo clave es la relación entre la salud emocional del padre y el bienestar de los hijos. El 70% de los padres jóvenes cree que su estado emocional impacta directamente a sus hijos, cifra que sube al 82% en los de mayor edad. Además, la experiencia de ser padre ha cambiado sus prioridades de vida: un 69% de los padres jóvenes lo afirma, frente a un 73% entre los mayores.
“Es importante destacar que los padres más jóvenes se sienten más seguros con su forma de criar, a diferencia de los mayores, quienes viven la transición con más dudas y adaptaciones. Esto refleja una diferencia generacional en cómo se construye la identidad paterna en la actualidad”, concluyó Galaz.