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Aumentan los suicidios con la llegada de la primavera: expertos explican qué factores influyen y cómo actuar

Aunque septiembre marca el inicio de la primavera y las celebraciones patrias, también coincide con un alza en los casos de suicidio en Chile. Expertos advierten sobre la importancia de detectar las señales de alerta. Hablar, escuchar y acompañar puede salvar vidas.

Septiembre en Chile no siempre significa alegría para todos. Aunque la primavera trae consigo más luz y celebraciones, también es un mes en que aumentan los casos de suicidios, una realidad silenciosa que afecta a miles de familias.

El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y se vuelve una fecha clave para reflexionar y hablar abiertamente sobre la salud mental. No se trata solo de cifras, se trata de personas que están luchando, muchas veces en silencio.

De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsal), tanto en Chile como en el mundo, el suicidio se encuentra entre las primeras causas de mortalidad para la población entre 15 y 29 años. 

En ese contexto, septiembre nos recuerda la importancia de estar presentes, de escuchar sin juzgar y de construir redes de apoyo reales que puedan marcar la diferencia en la vida de alguien.

La estacionalidad como factor en el aumento de los suicidios

En conversación con EL DÍNAMO, Camila Ovalle, psicóloga clínica y co-fundadora de bow.care, señala que “la evidencia chilena muestra un patrón estacional claro: hay una baja en el número de suicidios desde febrero hasta agosto, y lamentablemente, un alza que comienza en septiembre, manteniéndose elevada hasta noviembre, con los niveles más altos en diciembre y enero“.

Desde el Minsal confirman los datos, ya que según las cifras que manejan, la mortalidad por suicidio es mayor en hombres que en mujeres, en una relación cercana 4 es a 1.

“Al analizar cuándo en el año ocurren las muertes por suicidio, se observa que existen patrones repetitivos en las alzas, lo que se le conoce como estacionalidad. El primero, caracterizado por la baja en el número de suicidios, se da desde febrero hasta agosto; mientras que los casos van al alza en el mes de septiembre, manteniendo niveles altos hasta noviembre y alcanzando los niveles más altos durante los meses de diciembre y enero”, indica el sitio web del ministerio.

Qué factores inciden en esta realidad

La psicóloga clínica indica que “curiosamente, aunque el invierno tiene la reputación de ser la estación más oscura y deprimente, los suicidios no son más frecuentes en esta época. Los estudios han mostrado que los meses de primavera, en lugar de aliviar por completo estos síntomas, pueden provocar una serie de cambios biológicos y psicológicos que agravan el riesgo de suicidio en personas vulnerables“, explicó.

Ante esta situación, la experta explica que los factores psicológicos o biológicos que más influirían en estas cifras son: “los cambios en la luz solar, ya que afectan la regulación de la serotonina y melatonina que son neurotransmisores vinculados al ánimo y al sueño”.

Y por otro lado, “en primavera aumenta la actividad social y académica, lo que puede generar presión, comparación social y sentimientos de fracaso en personas que ya arrastran malestar. El contraste entre la expectativa social de estar bien y quienes siguen con síntomas depresivos puede aumentar la sensación de desesperanza”, dijo Ovalle.

En tanto, desde el Minsal hicieron hincapié en que “no hay una única causa para el suicidio. En cambio, si es posible distinguir diferentes factores biológicos, genéticos, psicológicos, familiares, de historia de vida y socioculturales que actúan de manera conjunta generando vulnerabilidad en la persona”.

De acuerdo al ministerio, algunos de estos factores son:

  • Continuos problemas personales, como situaciones financieras difíciles, fracaso académico, la ruptura de una relación, alejamiento o escaso contacto con personas significativas.
  • Sensación de no lograr persistentemente las metas esperadas, en relación a pareja, escuela o trabajo.
  • Ser víctima de violencia, discriminación o acoso. 
  • Exposición a difusión inapropiada de suicidios en los medios de comunicación y redes sociales.
  • Barreras para acceder a la atención de salud y estigma asociado a la búsqueda de ayuda.
  • Suicidio de una persona cercana o con un vínculo significativo.

Debido a lo anterior, Nathali Ángel, psiquiatra de Clínica INDISA, enfatizó en que “es crucial concientizar a las personas que hay situaciones de salud mental que podrían afectar a nuestros cercanos, además de identificar y consultar a tiempo las veces que sea necesario. A veces solo se necesita acompañamiento y ser comprendidos”.

¿A qué señales estar alerta?

Existen señales claras y directas que pueden indicar riesgo suicida, como expresiones verbales o publicaciones que reflejan pensamientos sobre la muerte o el suicidio. También pueden presentarse señales más indirectas, como cambios en el comportamiento, que podrían reflejar un profundo malestar emocional o problemas de salud mental, muchas veces asociados a pensamientos o planes suicidas.

De acuerdo al Minsal, los factores que hay que ponerle atención son:

  • Deseos y búsqueda de formas para herirse, matarse, o amenazar con hacerlo.
  • Sentimientos de agresividad, desgano, cansancio.
  • Desesperanza o no tener razones para vivir. Sentir ser una carga para otros (amigos, familia, etc.) o el responsable de todo lo malo que sucede. Mayor uso de alcohol, tabaco u otras drogas. Alteraciones significativas en el sueño: dormir demasiado o muy poco. Aislamiento, alejamiento de familiares y amigos.
  • Regalar posesiones preciadas, despedirse de los seres queridos o hablar como que ya no estará más presente. Sentirse atrapado(a), bloqueado(a) o sufrir un dolor que no puede soportar.
  • Pensamientos y amenazas de suicidio.

¿Cómo apoyar a alguien que tiene ideas suicidas?

Ante señales de alerta, es fundamental acoger, preguntar y escuchar. Una persona con pensamientos suicidas puede sentirse sola, asustada o avergonzada, y necesita a alguien que le permita hablar sin miedo.

Iniciar la conversación y preguntar directamente no aumenta el riesgo de suicidio; al contrario, puede ser el primer paso para brindarle apoyo y activar acciones preventivas. ¿Cómo hacerlo?

  • No juzgar ni reprochar su manera de pensar o actuar.
  • Considerar las amenazas en serio, no criticar, no discutir, no ser sarcásticos, desafiantes, ni minimizar sus ideas.
  • No entrar en pánico.
  • Mantener una disposición de escucha auténtica y reflexiva.
  • Comprender que, por muy en desacuerdo que te parezca la situación, la persona está atravesando por un momento extremadamente difícil en su vida.
  • Utilizar frases amables y mantener una conducta de respeto (por ejemplo: “Estoy aquí para ti y quisiera ayudarte”).
  • Hablar de su idea de suicidio abiertamente y sin temor.
  • Preguntar sobre los motivos que le llevan a querer acabar con su vida y proponer alternativas de solución o entregar apoyo emocional si ya no las hay.
Si tú o cualquier persona que conozcas necesita ayuda psicológica relacionada con una emergencia o crisis de salud mental, puedes llamar al 600 360 7777 o a la línea *4141 del Ministerio de Salud. Este servicio es gratuito y atiende las 24 horas del día, siete días a la semana. También puedes buscar el centro de atención más cercano o conectarte con especialistas a través de videollamada en ESTE LINK.

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