Como cada año, Chile se prepara para realizar un cambio de hora, una medida que busca aprovechar de mejor manera la luz natural durante los meses de primavera y verano.
Este año, el ajuste para dar inicio al horario de verano será el sábado 6 de septiembre, cuando los relojes deberán adelantarse una hora, pasando de las 23:59 a las 01:00 de la madrugada del domingo.
Este ajuste implica adelantar los relojes una hora, lo que genera días con más luz en la tarde, favoreciendo actividades al aire libre y una mayor sensación de aprovechamiento del día.
En ese contexto, el cambio de hora es regulado por el Gobierno a través del Decreto Supremo que establece las fechas oficiales para modificar el huso horario.
Por qué el cambio de hora de verano afecta más que el de invierno
En conversación con EL DÍNAMO, el doctor Álvaro Vidal, neurólogo de la Unidad del Sueño de Clínica MEDS, “es mejor el horario de invierno, ese horario donde amanece y se oscurece más temprano, porque eso, en definitiva, es el que reproduce más fielmente las condiciones fisiológicas y más similar a los patrones de secreción de melatonina que deben existir”.
En ese sentido, “La gente, en general, percibe con mayor entusiasmo y alegría el horario de verano, ya que tiene más horas durante el día para desarrollar sus actividades. Sin embargo, el hecho de que haya más luz hasta más tarde retrasa la liberación de la melatonina y, por ende, el inicio del sueño potencialmente”.
Vidal agregó que “el horario de invierno tiende a ser el más fisiológico y con el nuevo cambio
de hora se pueden provocar algunos efectos negativos que se demoran entre dos y tres días pasar. Al tener menos activación de la luz solar en las mañanas implica que exista mayor somnolencia al inicio del día pero son trastornos del sueño que suelen ser leves. En las edades extremas, como niños y sobre todo en adultos mayores, el impacto en la calidad del sueño podría ser más prolongado, pero no se trata de un trastorno crónico, en ningún caso”.
Cambio de hora en niños: cómo reconocer alteraciones
Cindy Villalón, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad UNIACC, explicó a EL DÍNAMO lo fundamental que es resguardar la salud mental de nuestros niños y niñas en medio de un nuevo cambio de hora.
“Un cambio en la rutina puede afectarlos y por eso se debe estar pendiente de su conducta y comportamiento. Si observo que está más irritable, que ha cambiado su estado de ánimo o que se nota que está más emocional, llorando un poco más, eso podría ser una característica y un síntoma”, dijo.
Junto a ello, la especialista agregó que “hay que estar pendiente si se altera su sueño, es decir, cuesta que se quede dormido, despierta en la madrugada, cuesta mucho levantarlo o, por el contrario, despierta con demasiada antelación, eso también podría ser un síntoma del cual se debe estar pendiente”.
En este sentido, la psicóloga clínica aseguró que la importancia de estar atentos radica en que estas alteraciones impactan directamente en la vida escolar. “Este tipo de características afecta directamente la concentración de nuestros niños y, por ende, en su aprendizaje, que está asociado a su proceso escolar y a todos los conocimientos que deben adquirir”, subrayó.
Respecto a cómo prevenir los efectos del cambio de horario en los niños, la docente de la Universidad UNIACC fue clara y afirmó que “debemos buscar cómo adecuamos las rutinas y, para ello, es fundamental que generemos hábitos saludables, como hacer ejercicio, mantener una buena hidratación y una nutrición balanceada”.