Una década después de la firma del Acuerdo de París (2015) y en el marco de la celebración de la cumbre de la COP30 en Brasil, la ONU alertó que superar el límite de 1,5 grados Celsius de calentamiento global en la Tierra será casi inevitable en los próximos diez años a raíz del “insuficiente” progreso de los países y un contexto geopolítico “cada vez más desafiante”, lo que tendría efectos catastróficos.
El Informe sobre la Brecha de Emisiones sostiene que el umbral se superará “al menos temporalmente”, a pesar de que asegura que aún es posible mitigar la magnitud y la duración de ese rebasamiento a través de recortes de emisiones de gases defecto invernadero “sin precedentes”.
De acuerdo al documento, el planeta registrará un aumento medio de temperatura de entre 2,3 y 2,5 grados centígrados este siglo si los países cumplen sus compromisos climáticos.
En caso de seguir con las políticas actuales, el aumento sería de 2,8 grados, lo que podría provocar un sistema climático mucho más inestable, extinciones masivas de animales y un aumento considerable del nivel del mar. Además, el texto advierte que la retirada prevista de Estados Unidos del Acuerdo de París en 2026 tendrá un impacto negativo en los esfuerzos globales, al anular parte del progreso alcanzado.
El informe de la ONU sobre el calentamiento de la Tierra reconoce que, pese a los desafíos, el acuerdo marcó un punto de inflexión al impulsar avances significativos, como la reducción de costos en las energías renovables y la expansión de los compromisos globales de neutralidad de carbono.
Con el consenso científico de que superar el umbral de 1,5 grados de calentamiento es prácticamente inevitable, el foco ahora está en minimizar los daños.
En ese contexto, la ONU llamó a los países con mayores emisiones —los principales responsables de la crisis climática— a adoptar compromisos más ambiciosos y acelerar sus recortes de gases de efecto invernadero. El objetivo, señalaron, es lograr que la trayectoria de las temperaturas globales vuelva a acercarse al límite de 1,5 grados hacia finales de este siglo.