El humo de los incendios forestales provocó un récord de 154.000 muertes en 2024, según el informe anual Lancet Countdown, que advierte sobre los efectos cada vez más graves del cambio climático en las enfermedades y la salud humana. El escrito es una colaboración internacional de investigación que supervisa e informa anualmente la relación entre salud y el clima.
El año 2024 registró las temperaturas globales más altas jamás medidas, superando en 1,5 °C los niveles preindustriales. La persona promedio estuvo expuesta a unos 16 días de calor extremo, de los cuales 14 fueron atribuibles al calentamiento causado por actividades humanas. Según el estudio, 13 de los 20 indicadores de riesgo para la salud humana aumentaron en el último año y 12 alcanzaron niveles récord.
“Hay millones de muertes cada año: porque seguimos dependiendo de los combustibles fósiles, porque estamos retrasando la mitigación del cambio climático y porque solo nos estamos adaptando tímidamente al cambio climático que es inevitable“, afirmó Marina Romanello, directora ejecutiva del Lancet Countdown, citada por The Guardian.
El informe también estima que la exposición al calor extremo provocó la pérdida de 639 mil millones de horas potenciales de trabajo, con pérdidas económicas globales de más de un billón de dólares. Desde la década de 1990, la mortalidad relacionada con el calor aumentó un 23%, alcanzando unas 546.000 muertes anuales.
El cambio climático también expandió enfermedades infecciosas como el dengue, cuyo potencial de transmisión global creció un 49% desde los años cincuenta. En 2024 se registraron 7,6 millones de casos, un máximo histórico.
El informe, publicado antes de la COP30 en Brasil, pidió inversiones urgentes en energías limpias e infraestructura resiliente. “Si seguimos financiando los combustibles fósiles y permitiendo esta expansión, sabemos que un futuro saludable no es posible“, advirtió Romanello.
Pese a los riesgos, los investigadores destacaron avances: la generación renovable alcanzó un récord del 12% de la electricidad global en 2023, evitando unas 160.000 muertes anuales gracias a un aire más limpio.