Steve Jobs le encargó al destacado diseñador francés Philippe Starck para que lo fabricara antes de su muerte, pero Jobs no alcanzó a ver finalizado su proyecto.
El yate que costó más de US$ 130 millones acaba de ser incautado en un puerto en Amsterdam porque a Starck aún le deben unos US$ 3,96 millones por su trabajo –por el que cobró US$ 11,8 millones–, por lo que el diseñador realizó una demanda a los administradores de los bienes del difunto co fundador de Apple para recuperar el dinero que se le adeuda.