"Invito a todos los chilenos y chilenas a votar y a hacerse parte del futuro, porque al final del día, en el voto es donde nos reconocemos también como iguales, donde nos hacemos parte de un destino común", cerró el mandatario.
Además, enumeró otras irregularidades de carácter administrativo, como la falta de control de turnos y la ausencia de validación de remuneraciones de los profesionales técnicos.
El máximo órgano encargado de la justicia canónica en la Iglesia Católica entregó los argumentos por los cuales tomó la decisión de anular la sanción de los jesuítas al sacerdote.
Para la ex ministra del Interior, "que seas democrático no te garantiza que vas a promover valores democráticos. Yo creo que en una democracia, tú no cambias radicalmente en un gobierno nada, pero lo que haces es que inclinas la aguja en una dirección y otra".
El caso Muñeca Bielorrusa más que un problema aislado, muestra por qué Chile no puede darse el lujo de tener instituciones capturables o permeables a intereses indebidos. Cuando los estándares se vuelven opacos o discrecionales, la economía deja de operar sobre reglas y empieza a operar sobre relaciones.
Multas corporativas reemplazan la responsabilidad individual, los procesos prescriben, las condenas son anuladas por tecnicismos y los implicados negocian acuerdos económicos que les permiten evitar juicios. Este mecanismo funciona porque las élites han aprendido a usar las herramientas del sistema legal para protegerse.
A solo cuatro días de la segunda vuelta, el país se enfrenta nuevamente a la disyuntiva de elegir entre dos formas muy distintas de entender el rol del Estado, el curso de la economía y la problemática migratoria. Para reflexionar con la cabeza fría antes de ir a votar es que te invitamos a leer las entrevistas a Felipe Harboe y Karen Thal, quienes con sus respectivas miradas dan luces del actual escenario político y social.
El diagnóstico apocalíptico (Chile cayéndose a pedazos) ha sido el caballo de batalla de la derecha liderada por Kast... pero no puede ser contestado por la candidata Jara porque, mal que mal, su gobierno, el de Boric, nació de la misma lógica: que Chile estaba viviendo una crisis profunda e irremediable, un malestar que debía tener como única respuesta un cambio radical que obligaba a renombrar, repoblar y reconstruir. ¿Seguimos en lo mismo, pero justo al revés?