Secciones
Buen Dato

Celebraciones y salud: consejos nutricionales para manejar las enfermedades crónicas después del 18 y otras fiestas

Las Fiestas Patrias y otras celebraciones suelen traer excesos alimenticios que pueden complicar a personas con enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. La académica Janet Cossio, de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, entrega recomendaciones prácticas para disfrutar sin poner en riesgo la salud.

El cuidado de la salud no debe afectar el disfrute de las celebraciones. AGENCIA UNO.

Las celebraciones suelen estar marcadas por el exceso de comida, la sobremesa larga y los brindis continuos. Sin embargo, para quienes conviven con enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes, estos hábitos pueden transformarse en verdaderos riesgos. La académica Janet Cossio, de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, recalca la importancia de poner atención a la alimentación y a los horarios incluso en contextos festivos.

Los riesgos de los excesos

“Cualquier persona que tenga una enfermedad crónica que empieza a comer en exceso y a comer de manera abundante y en horarios de comida más seguido, obviamente puede tener una descompensación. Por ejemplo, el paciente hipertenso que empieza a consumir mayor cantidad de alcohol, el alcohol es un estimulante del sistema nervioso central, por lo tanto, le puede provocar una crisis hipertensiva. Empieza a sentir un dolor intenso de cabeza sin saber por qué y es un alza de la presión arterial”, advierte la académica.

En el caso de quienes tienen diabetes, la alerta se enciende por el consumo desmedido de hidratos de carbono (azúcares), presentes en postres, pan o bebidas azucaradas.

“Al desregularse con los horarios de alimentación y el tipo de alimento, consumiendo mayor cantidad de hidratos de carbono, se puede provocar una crisis de hiperglicemia. El paciente empieza a sentir dolor de cabeza intenso, mareo, una visión borrosa, y todo es consecuencia de la descompensación en los niveles de azúcar en sangre”, precisa Cossio.

Selección adecuada y moderación

Disfrutar de la mesa no significa privarse, sino elegir con criterio. “La idea no es que dejen de comer, al contrario, pueden comer. Lo que pasa es que hay que seleccionar adecuadamente lo que se consume durante la fiesta. Si van a hacer un asado, una carne más bien magra, acompañada de una gran variedad de ensaladas. No centrarse solo en la papa con mayonesa, pueden optar por una papa cocida con un rico pebre, que es una salsa sumamente saludable. También una salsa verde o ensaladas de hojas verdes que aportan pocas calorías”, sugiere la académica.

El exceso de sal y de embutidos es un riesgo particular para personas hipertensas.

“La idea es preferir ca
es que no tengan tanta grasa como pollo, pavo o pescado. Los embutidos como vienesas o longanizas contienen mucha sal y deben evitarse. También es importante fijarse en la sal oculta en cecinas o conservas, porque es la más dañina. Por eso recomiendo leer las etiquetas y optar por cortes magros o preparaciones sin sal añadida”, sostiene Cossio.

La moderación con el alcohol es otro punto crucial. “Hay que evitar el consumo excesivo de alcohol, en diabéticos no es recomendable, pues altera su azúcar en sangre. Ojalá tener alternativas como agua saborizada con menta, hierbabuena, rodajas de limón o naranja. Y si quieren beber, que sea una copita de vino tinto bien conversada, pero no más allá. Tanto un diabético como un hipertenso pueden terminar en una crisis de salud después de una fiesta si no se cuidan”, advierte la académica.

Finalmente, además de la alimentación, la actividad física aparece como complemento esencial.

“Mantener horarios regulares de alimentación, evitar el consumo excesivo de alcohol y realizar actividad física autorizada por el médico son medidas clave. Hoy se sabe que la actividad física ayuda a la normalización de los niveles de azúcar en sangre para diabéticos y de la presión arterial para hipertensos. Puede ser una caminata diaria de media hora o actividades ofrecidas en la comunidad. La idea es cuidar la salud y al mismo tiempo disfrutar de la vida social”, concluye Cossio.

Notas relacionadas










Vuélveme a querer

Vuélveme a querer

El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen