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Cómo el ejercicio físico mejora tu salud mental: cinco recomendaciones para combatir el estrés

No es necesario realizar entrenamientos extenuantes para obtener estos beneficios. Incluso sesiones cortas pero regulares pueden mejorar considerablemente el ánimo y la calidad de vida.

El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de destacar la importancia de cuidar este aspecto fundamental de nuestras vidas.

En ese contexto, la OMS define la salud mental como un estado de bienestar que permite a las personas afrontar el estrés diario, aprender, desarrollarse, trabajar y participar activamente en su comunidad. Este concepto abarca dimensiones emocionales, psicológicas y sociales que influyen directamente en nuestros pensamientos, sentimientos y decisiones.

Cristóbal Toledo, psicólogo deportivo de Sportlife, señala que la salud mental muchas veces pasa desapercibida en comparación con la salud física. Esto ocurre porque sus señales no siempre son visibles o porque social y culturalmente no solemos priorizar cómo nos sentimos internamente. “Es esencial comprender que la salud física y la salud mental están profundamente conectadas; no pueden funcionar de forma aislada”, afirmó.

Junto a ello, el especialista asegura que el deporte y la actividad física tienen un impacto directo en el bienestar general, ya que no solo fortalecen el cuerpo, sino que también generan beneficios psicológicos significativos. Entre los más relevantes, destaca:

  • Disminución del estrés y la ansiedad: la práctica deportiva ayuda a liberar tensiones y regula el cortisol, la hormona asociada al estrés.
  • Mejora del estado de ánimo: gracias a la liberación de endorfinas, el ejercicio provoca sensaciones de bienestar y energía.
  • Aumento de la autoestima: alcanzar metas deportivas refuerza la confianza y el amor propio.
  • Mejor calidad del sueño: la actividad física favorece un descanso más profundo y reparador.
  • Mayor agilidad mental: el ejercicio estimula funciones como la concentración, la memoria y la claridad mental.

Toledo aclara que no es necesario realizar entrenamientos extenuantes para obtener estos beneficios, ya que incluso sesiones cortas pero regulares pueden mejorar considerablemente el ánimo y la calidad de vida.

Asimismo, el experto reveló cinco consejos prácticos para incorporar el deporte como parte del cuidado de la salud mental:

  • Elegir ejercicios que sean agradables, para que el movimiento se transforme en un hábito sostenible.
  • Empezar de forma gradual, priorizando la constancia por sobre la intensidad, especialmente después de períodos de inactividad.
  • Incluir el ejercicio en la rutina diaria, destinando espacios en el día para cumplir con uno mismo.
  • Combinar el deporte con otros hábitos de autocuidado, como buena alimentación, descanso y pausas activas.
  • Entrenar con otras personas, ya que compartir la actividad fortalece la motivación y el vínculo social.

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