FIFA sale al paso y explica su postura frente a la tarjeta azul en el fútbol
La tarjeta azul se sumaría como otra opción para los árbitros para sancionar, como la cartulina roja y la amarilla.
Por Cristián Meza
“Cualquier prueba de este tipo, si se implementa, debe limitarse a pruebas de manera responsable en niveles inferiores”, cerró el ente rector. AGENCIA UNO/ARCHIVO
La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) salió al paso de una de las medidas más radicales que se implementaría en el balompié: la tarjeta azul.
Esto, luego que diversos medios europeos dieron cuenta de la aplicación de esta nueva forma de amonestación en el fútbol, que se sumaría como nivel intermedio entre la tarjeta amarilla y la roja, en la próxima edición de la Copa FA, en Inglaterra.
Sin embargo, la FIFA respondió de manera categórica que, en estos momentos, no buscaban modificar el sistema de tarjetas que mantienen los árbitros y cualquier cambio se debe aplicar en niveles inferiores.
En sus redes sociales, el organismo recalcó que “desea aclarar que los informes sobre la llamada tarjeta azul en los niveles de élite del fútbol son incorrectos y prematuros”.
“Cualquier prueba de este tipo, si se implementa, debe limitarse a pruebas de manera responsable en niveles inferiores”, cerró el ente rector.
Los eventuales cambios y modificaciones a las reglas del fútbol se revisarán el próximo 2 de marzo en la asamblea anual de la International Football Association Board (IFAB).
¿Qué es la tarjeta azul y cuándo se aplicaría?
Según detalló The Telegraph, la tarjeta azul busca modernizar las sanciones al interior del campo de juego y castigar las faltas y comportamientos antideportivos como los reclamos al árbitro o las llamadas “faltas tácticas”.
De esta manera, el jugador que reciba la tarjeta azul deberá dejar la cancha de forma temporal por 10 minutos, pudiendo reingresar después de cumplido este tiempo.
En caso de que un jugador acumule dos tarjetas azules o una tarjeta amarilla y otra azul, recibirá tarjeta roja y será expulsado del partido.
“Hemos identificado el mal comportamiento de los jugadores con un problema grave para el fútbol. Estamos examinando qué podemos hacer mediante cambios en la reglas del juego. Una expulsión programada podría ser un elemento disuasivo mayor que una advertencia”, declaró Lukas Brud, miembro de la IFAB.
