El fútbol sudamericano se encuentra de luto luego de que el futbolista Mario Pineida fuera asesinado en Ecuador. De solo 33 años, el lateral izquierdo del Barcelona de Guayaquil fue atacado a plena luz del día en dicha ciudad, un incidente que su club calificó en un comunicado como un “atentado”, donde también murió su novia y resultó herida su madre.
Si bien no se trata del primer futbolista víctima de un ataque armado en su contra, el impacto mediático ha sido mayor que otros casos considerando que Pineida era uno de los principales referentes de su club además de haber defendido varias veces la camiseta de la selección nacional.
De acuerdo a los primeros indicios, el ataque habría sido planificado, aunque todavía se desconoce oficialmente las motivaciones detrás del hecho. “Se puede decir que sí fue un ataque dirigido. De lo que hemos podido conversar con testigos, dos hombres a bordo de dos motocicletas llegaron al sitio para victimar“, dijo a los medios el coronel de la Policía de Ecuador, Edison Palacios.
El medio Expreso de Ecuador hizo una reconstrucción de los hechos, indicando que ocurrió a las 15:53 hora local cuando el jugador se encontraba de compras en una carnicería junto a su pareja y su madre. “Dos motorizados interceptaron el auto del futbolista, que estaba estacionado en los exteriores del local, y perpetraron los disparos. Los atacantes se fugaron con rumbo desconocido“, añadió Palacios.
El antecedente clave para la investigación del futbolista asesinado en Ecuador
En las afueras de la carnicería se encontraron 17 restos de balas, mientras que la camioneta del jugador quedó estacionada. Todavía “no se ha determinado si los intentaron robar“, detalló el coronel.
No obstante, un último antecedente sería el que marcará el futuro de la investigación: la pareja de Pineida, que tenía un negocio de venta de celulares, había sido amenazada previamente por delincuentes. Así, el fútbol se ha convertido en un deporte de alto riesgo en Ecuador, al estar asociado a sicarios y amenazas de amaño de partidos.