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Cordero y riesgos del crimen organizado en el sistema financiero: “Seguir creyendo que esto es un problema de bling bling es un error”

“Esos ingresos en algún lugar se van a topar con la economía formal, o porque los van a utilizar en el sistema financiero o porque los van a inyectar en la economía formal”, apuntó el titular de Seguridad Pública.

En entrevista con EL DÍNAMO, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, abordó con claridad cómo las organizaciones criminales han comenzado a operar con lógica empresarial, aprovechando vacíos regulatorios e infiltrando sectores formales, como el sistema financiero.

Advierte que Chile aún está a tiempo de contener su avance, pero que se requiere decisión política, modernización de herramientas legales y una colaboración activa del sector privado.

¿Qué compromisos enfrenta el mercado financiero en relación con el crimen organizado?

-Al hablar de economías ilícitas, hay un conjunto de mercados que son más rentables que otros. Entre los mercados rentables están la trata de personas, el tráfico de inmigrantes, además del tráfico de drogas, pero también los delitos como las actividades vinculadas a la flora y fauna, recursos naturales, propiedad intelectual, etcétera. Entonces, cuando uno mira ese tipo de organizaciones, son estructuras empresariales que explotan mercados ilícitos.

¿Qué desafíos en seguridad generan estas economías ilícitas?

– El problema de las economías ilícitas es que, para las cuales se estructuran las organizaciones criminales, tienen esa lógica de maximización empresarial, pero sin un marco legal que las respalde.

– Son altamente rentables

Son altamente rentables y generan una inyección de ingresos ilícitos a la economía formal. Al no tener un sistema institucional legítimo, utilizan la violencia como un modo de hacer valer sus pactos. Entonces, cuando uno lo mira así, es igualmente complejo el tráfico de cocaína, el de marihuana o el de tabaco, o el contrabando de tabaco, porque se caracterizan por tener estructuras que explotan una economía ilícita, que son altamente rentables y que utilizan la violencia para poder hacer valer sus acuerdos.

Descansan en explotar a los seres humanos, que es el caso de la trata de personas. La trata de personas es uno de los funcionamientos de las estructuras criminales más rentables del mundo, uno de los delitos más rentables del mundo.

¿Dónde llegan los ingresos de las organizaciones criminales?

– Esos ingresos en algún lugar se van a topar con la economía formal, o porque los van a utilizar en el sistema financiero o porque los van a inyectar en la economía formal. Y eso genera distorsiones de muy distinto tipo. Genera distorsiones de competencia, contamina el funcionamiento de los mercados financieros.

– ¿Hay un riesgo de que esos recursos permeen otros sectores?

– Su disponibilidad de recursos es muy amplia, sin tener restricciones de ningún tipo, y por lo tanto, sus posibilidades de corromper son muy altas. No hay organizaciones criminales que no se amplíen sin corromper funcionarios públicos. Entonces, su dimensión es muy prolífica.

– ¿Por qué han proliferado en Chile?

– Porque se mueven como empresarios también. Entonces, miran dónde realizar el negocio y utilizan una economía estable para explotar mercados ilícitos que son rentables. La segunda parte de la articulación del Tren del Agua, que apuntó a los mecanismos de remesa, demuestra bastante bien esto. Utilizaron el sistema financiero formal para esas remesas y lo utilizaron habiendo estudiado de qué forma se podrían abrir cuentas, cuántos giros se podían realizar, cómo podían atomizar la distribución para esas remesas.

– Son organizaciones con mucha preparación

– Tienen un alto conocimiento de cómo establecer organizaciones. Eso hace muy relevante que no solo se debe atacar la comisión de los delitos, sino que también la rentabilidad de los negocios que generan.

– ¿Hay debilidad en los controles del sector financiero?
– El sistema financiero no se tiene que quedar en el cumplimiento estrictamente formal, sino que también tiene que establecer mecanismos de gestión inteligente, de control preventivo y de riesgo. Por ejemplo, en este desbaratamiento del Tren de Aragua, los bancos cumplieron un rol bien relevante. Nosotros tenemos un sistema bancario que es bien robusto.

– ¿Pero hay sectores donde se generan vacíos regulatorios?

– Los mercados financieros están dados en contextos de innovación y en esos contextos de innovación siempre hay riesgos dados por su dinamismo. Atender esos riesgos es relevante para no afectar la innovación financiera.

– El Gobierno insiste con mayores facultades para abrir el secreto bancario. ¿Cómo lo justifican?

– No hay que olvidar la idea de que las organizaciones criminales utilizan el sistema financiero formal. Entonces, hay que tener cuidado con dejar instrumentos como el secreto bancario, del cual Chile tiene amplias recomendaciones como GAFI, de flexibilizarlo, entre otras cosas, para atender este tipo de situaciones.

Pero el sector privado y la derecha han señalado que eso atenta contra la privacidad

– Si seguimos creyendo que el secreto bancario es equivalente a la intimidad del hogar, creo que estamos cometiendo un error muy grande, que lo que hace es dilatar la persecución de este tipo de organizaciones. La pesquisa igual se va a dar, pero se va a demorar, y las alertas se podrían haber tenido antes y haber evitado una serie de usos irregulares del sistema financiero.

– ¿Cree que se podrá llegar a un acuerdo?

– En esto hay que tener una decisión pragmática, y las decisiones pragmáticas se toman sobre la base de las evidencias. Y la evidencia está a la vista. Los debates sobre el secreto bancario vienen desde mediados de los 90. Si queremos tener un debate sobre el secreto bancario asociado a la sanidad del sistema financiero, que combate el crimen organizado en el siglo XXI, no puede utilizar los argumentos del siglo XX.

Hace un año el Banco del Estado firmó un acuerdo para abrir asistencia 24/7 para monitorear actividades extorsivas. ¿Se llega tarde a esa prevención?

– Lo miro desde una dimensión distinta, yo creo que fue un riesgo identificado por la banca en el cual encontró una solución pragmática y que yo creo que ha sido muy relevante para el desbaratamiento de alguna organización.

– ¿Qué otros segmentos del sector financiero presentan riesgos?

– Lo que sabemos del funcionamiento de economías ilícitas es que cuando se cierra un canal buscan otros, porque son actividades altamente rentables. Lo que el país debería aspirar a evitar que tengan una participación más activa en el sistema financiero o en instituciones formales.

Un ejemplo sería una empresa que con capitales provenientes de la economía ilícita comienzan a adjudicarse contratos públicos. Y de eso tenemos amplia experiencia comparada. Cuando llegan a ese nivel de sofisticación de las organizaciones criminales, su lucha se hace mucho más intensiva y más compleja. Estamos a tiempo de evitar que eso suceda.

– No hay que minimizarlo…

– Seguir creyendo que esto es un problema de bling bling en el Caribe es un error. Y es especialmente un error para el sistema financiero. El sistema financiero es el primer llamado a tener en consideración que puede adoptar medidas preventivas, y el sistema institucional conjuntamente con ellos, para evitar que esto prolifere.

– ¿Cuál es el rol de la empresa?

– Hay que pensar cómo las empresas están preocupadas de que ninguna parte de su cadena logística esté utilizada para el desarrollo de economías ilícitas, cómo están sus planes de cumplimiento, los monitoreos. Eso es relevante, porque eso pasa dentro de la casa. Entonces, esta idea de que el tema de economía ilícita está fuera de las compañías, cuidado, sobre todo en aquellas que tienen estructuras logísticas de mayor complejidad. Hay que mirar las políticas de cumplimiento con otros ojos.

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