Michele Labbé fue parte, este martes, de los economistas que acompañaron al principal asesor económico de José Antonio Kast, Jorge Quiroz. El colaborador de JAK presentó a una decena de profesionales del área que quieren colaborar con las ideas programáticas del republicano.
Algunas adoptadas de la derrotada Evelyn Matthei y otras que han asegurado es posible moderar, como el plan de recorte fiscal. Labbé, economista y académica de la facultad de economía, Gobierno y negocios de la Universidad San Sebastián (USS), conversó con EL DÍNAMO sobre la reunión.
– ¿Por qué te sumaste a la campaña de José Antonio Kast?
– Me sumé porque todos tenemos que ayudar. El país se construye entre todos, y mientras más manos haya para trabajar, hay más esperanza de devolver el crecimiento, el empleo y el aumento de los salarios a todos los chilenos.
– ¿Crees que es posible unir la mirada programática de Matthei en esta segunda vuelta?
– Absolutamente. Los principios y la base de las ideas de Kast, Kayser y Matthei son los mismos: crecimiento, emprendimiento y libertad. Se plasman en las mismas ideas de facilitación regulatoria y disminución del impuesto corporativo para atraer inversión y con ello generar crecimiento, empleo y mejorar los ingresos de las familias. Pero para que los fundamentos de la economía sean sólidos, se necesita solvencia fiscal, y durante los últimos cuatro años el fisco ha gastado más de lo que tiene.
– Lo más criticado ha sido el ahorro de US$ 6 mil millones al año ¿pude haber acuerdo en este punto?
– En todos esos puntos existe acuerdo, ahora hay que concordar el timing y el ritmo, pero ya es un tema de coordinación. El principio fundamental es el de devolver a Chile el progreso y las oportunidades que los chilenos nos merecemos.
– Lo que más alertas ha levantado es que tan eficiente puede ser un reajuste tan radical ¿lo comparte?
– Los US$ 6.000 millones fueron calculados para que haya solvencia fiscal, cuánto se necesite recortar el gasto al final, dependerá principalmente de cómo dejen las cuentas fiscales el actual gobierno. Capaz que sea necesario recortar más o capaz que menos. Lo importante es que no se tocaran los beneficios sociales. Existe suficiente grasa en el Estado para que la PGU, por ejemplo, no se toque. La idea es solvencia fiscal para poder solventar el gasto social, y si es necesario poder aumentarlo, sin necesidad de subirle los impuestos a las familias, que ya están suficientemente apretadas.
– Economistas como Nicolás Eyzaguirre han dicho que llegar a esos números es imposible.
– No comparto esa opinión. Obvio que a él los números no le van a dar, porque implica cortar gasto político. Y aunque le dieran los números, igual diría lo contrario. El CEP, el FMI y la comisión de gasto que llamó Marcel, todos presentaron números muy similares.
– Otro tema que se ha instalado es la baja del impuesto de primera categoría y que ésta solo beneficiaría el 3% de las grandes empresas ¿es así?
– No es así. El impuesto corporativo lo pagan todas las empresas y sociedades del país. Hoy las Pymes están sujetas a un régimen tributario especial que tiene una rebaja, pero es transitoria.
– ¿Pero a qué universo podría beneficiar esa rebaja?
– El objetivo es incentivar la inversión en Chile (que hoy no es competitivo con el resto del mundo en términos de impuesto corporativo Chile 27% vs. OCDE 23%). Con más inversión aumenta el empleo, aumentan los salarios y se incrementa el crecimiento, beneficiándonos a todos. Y, adicionalmente, con mayor crecimiento, aumenta la recaudación, lo que permite mejor y más gasto social.