
Las revisiones sobre las promesas del gobierno toman protagonismo a pocos días de la última Cuenta Pública del Presidente de la República, Gabriel Boric. Y quien hizo el primer mea culpa sobre aquellas que no se alcanzarán, fue el ministro de Economía, Nicolás Grau, en el marco de las cifras de desempleo.
Grau dijo que la creación de 700 mil empleos anunciada en el Congreso en la Cuenta Pública 2024 “es algo que podemos tratar de lograr (…) Es difícil, pero se puede tratar de lograr”.
Las cifras entregadas por el INE a abril muestran un retroceso en los indicadores de ocupación del mercado, situando la tasa de desempleo en 8,8%.
“La tasa de desocupación es de 8,8%. La mirada al mercado laboral previo a la pandemia permite apreciar que no se habían registrado tasas de 8% o superiores salvo en 2010, luego de la crisis financiera internacional (subprime) y en el marco del terremoto. Para encontrar una tasa tan alta como 8,8% en el periodo pre-pandemia debemos remontarnos hasta el trimestre febrero-abril de 2010, por lo que la tasa actual equivale a un retroceso en la situación del mercado laboral de 15 años”, explica el especialista David Bravo, director Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales.
El economista agrega que el mercado laboral lleva 28 meses consecutivos con tasas de desocupación superiores al 8%. “Esto, y la baja tasa de ocupación, configuran una situación del mercado laboral que en cualquier otro período habría sido considerado una situación de crisis. De allí que, el elemento más preocupante, a mi juicio, es el estado de negación del problema en el que las autoridades se han encontrado”, comenta a EL DÍNAMO.
– Si tuviese que sugerir líneas de acción para el mercado del trabajo ¿cuáles serían?
– Es difícil abordar un problema si primero no se lo reconoce como tal. Más difícil adoptar políticas para enfrentar una situación cuando se tiene una infundada mirada complaciente sobre el mercado laboral.
Pero, junto con impulsar el crecimiento económico debiéramos haber estado implementando políticas activas en el mercado laboral, cuestión que no se ha hecho.
– ¿Qué errores se han cometido?
– Por el contrario, se ha actuado como si no se tuviera un problema y, en concordancia con esta visión, se decidió adelantar el reajuste en el salario mínimo a 500 mil para 2024 generando un fuerte e imprudente incremento, aparentemente beneficioso pero que eleva los costos y resiente la contratación en las empresas de menor tamaño y en las personas más jóvenes y en las de menor calificación. También se apuntó a una reducción en la jornada laboral que, aunque con gradualidad, comporta aumentos en costos por hora: en 2026 vendrá la rebaja adicional desde 44 a 42 horas que implicará un aumento de algo menos de 5% en costos laborales.
– ¿Qué dificultades ve para alcanzar esa normalización?
– El Gobierno también ha anunciado el envío de la negociación por rama al Congreso, que incrementará los costos laborales de las pymes desincentivando la contratación de personas. Es decir, en el marco de un mercado laboral con malos indicadores que muestran falta de empleos, en un escenario de bajo crecimiento, no se han adoptado medidas específicas para incentivar el empleo y se ha impulsado legislación que aumenta los costos laborales. Lo sorprendente sería exhibir resultados distintos a los actuales.
-¿Cree que reformas políticas como la ley de sala cuna representan cambios relevantes en la cantidad de personas ocupadas?
– Llegar a un acuerdo respecto de la ley de sala cuna podría marcar un verdadero punto de inflexión por la importancia que tiene sobre el empleo femenino y como un reconocimiento que la normativa actual genera desincentivos para el empleo de mujeres.
– ¿Podrán alcanzar la meta de los 700 mil empleos?
– Respecto de dicha meta, creo que se trató de una muy poco ambiciosa: en los primeros tres años de gobierno se han incrementado los empleos en 524 mil personas pero para poder recuperar la tasa de ocupación que teníamos antes de la pandemia se necesitaría incrementar adicionalmente los empleos en 320 mil (el déficit actual de 242 mil más los empleos requeridos por la población en edad de trabajar que se incrementará el próximo año), es decir, más de 840 mil personas. Sin embargo, ya la meta de 700 mil empleos en el periodo de gobierno parece muy difícil de lograr.
– ¿Un futuro gobierno debe comprometerse con una meta de empleo?
– Bueno, siempre es importante ponerse metas. Por eso me pareció bueno que el presidente Boric se pusiera una meta en empleo en la cuenta anual pasada cuando se comprometió a crear 700 mil empleos en su mandato de gobierno. Un futuro gobierno debe comprometerse con metas y en cómo lograrlas, pero primero basándose en un buen diagnóstico.