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Bethia reduce en 68% su participación en Falabella: vacas, camiones y Mega, los otros negocios de los Heller-Solari

Según datos de CMF, en junio de 2013 Bethia controlaba el 10,73 % de las acciones. Para junio de 2024, ese porcentaje había bajado a 4,94 %, y a junio de 2025, se redujo aún más, a 3,44 %.

Falabella ha experimentado una serie de cambios en su propiedad en los últimos años, pero esta semana se oficializó el fin del pacto de accionistas que unía a varias ramas de las familias fundadoras del retailer. Y en ese contexto Bethia, en holding de los Heller-Solari ha sido de los que más ha disminuido su participación.

Este acuerdo, vigente desde 2003, implicaba actuaciones coordinadas entre los grupos Amalfi, Auguri, Bethia, Corso, Dersa, HCQ y San Vitto, todos ligados a distintas ramas de las familias Solari y Del Río. Para 2013, estas familias controlaban el 81,74 % de la propiedad de la empresa.

Uno de los firmantes de ese pacto era Carlos Heller Solari, quien lo hizo en representación de su madre, Liliana Solari, su hermana Andrea Heller, y su empresa Bethia. Justamente, Bethia es hoy uno de los grupos que más ha reducido su participación en Falabella.

Según datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), en junio de 2013 Bethia controlaba el 10,73 % de las acciones. Para junio de 2024, ese porcentaje había bajado a 4,94 %, y a junio de 2025, se redujo aún más, a 3,44 %. Esto implica que la sociedad disminuyó su participación en un 68 % en solo dos años. A esto se suma, según informó Diario Financiero, la venta de otro 0,5 % de los papeles, operación que recaudó US$ 65 millones.

Hoy, Bethia es el grupo fundador con la menor participación accionaria en Falabella, consolidando así un camino de independencia que Carlos Heller viene mostrando hace varios años, incluyendo la reorganización de las sociedades que comparte con su hermana Andrea.

Caballos y vacas

Carlos Heller es un apasionado del mundo ecuestre. En los últimos meses ha viajado frecuentemente a Kentucky, donde se concentra parte importante de sus inversiones. Allí opera el Haras Don Alberto, proyecto fundado en memoria de su abuelo Alberto Solari, quien también estuvo vinculado al mundo de la hípica con el Haras Tarapacá.

En esa misma ciudad estadounidense, Heller le regaló una granja a su madre, llamada Vinery, donde han criado caballos de excelencia. Uno de ellos, Journalism, ha sido motivo de orgullo familiar tras ganar competencias como el Santa Anita Derby y el Preakness Stakes, donde Liliana Solari estuvo presente.

“Cuando empezamos teníamos aquello que es el fundamento de una actividad como la nuestra: un gran amor por los caballos, una larga tradición y la experiencia hípica de mi padre, Alberto Solari. Fundamos el Haras Don Alberto en su memoria, con la misma pasión”, detalla en la historia que el Haras recoge en su sitio web.

Bethia, además, es el principal accionista del Club Hípico de Santiago, con una participación del 20,79 % según la CMF. Carlos Heller preside la institución.

En Los Ángeles (Chile), lugar de origen del haras, Bethia también opera una de las lecherías más grandes del país: la Agrícola Ancali. Fundada en 1990, destaca por ser una de las más robotizadas del mundo, y actualmente cuenta con la participación activa de Pedro Heller, hijo del empresario.

En logística, el grupo controla Sotraser, empresa que posee la flota de camiones eléctricos más grande de Latinoamérica.

Mega y Colmena: los negocios bajo presión

Mientras Bethia disminuye su participación en Falabella, algunos de sus otros negocios enfrentan resultados más ajustados.

Uno de ellos es Megamedia, canal de TV que adquirió en diciembre de 2011. Pese a haber registrado años récord en utilidades, recientemente ha enfrentado cifras estrechas. Parte de esa presión se debe a la transmisión del Festival de Viña del Mar, cuyo alto costo de producción aumentó en más del 70 % y provocó una caída de más del 90 % en las utilidades durante el primer trimestre.

En el caso de la Isapre Colmena, el respiro ha llegado de la mano de la Ley Corta de Isapres, que busca ordenar financieramente al sector. Bethia adquirió Colmena en 2007 por US$ 550 millones y, aunque intentó venderla en 2021, la operación no prosperó.

Aunque no todos los negocios atraviesan su mejor momento, el grupo parece haber optado por un camino más independiente y estratégico

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