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Diego Céspedes, cineasta que representa a Chile en Cannes: “Nunca he considerado que el cine tenga que ser político”

El director de cine de solo 30 años, que presentó su primer largometraje en el festival francés, conversó con EL DÍNAMO donde desmenuzó su breve pero prometedora carrera y el proyecto que lo lleva al evento por tercera vez.

Diego Céspedes vivió este jueves un hito en su corta pero prometedora carrera. A eso de las 14:00 horas de Francia debutó en la sección Una Nueva Mirada del Festival de Cannes, su primer largometraje llamado La Misteriosa Mirada del Flamenco, siendo ovacionado por más de cinco minutos por la audiencia.

Esta es una cinta que, en sus propias palabras, aborda “cómo las personas forman familia en momentos de crisis”.

Esta es tercera vez que el cineasta de solo 30 años participa de uno de los eventos más grandes del cine a nivel mundial. Las oportunidades anteriores los hizo con dos cortometrajes: El Verano del León Eléctrico (2018) y Las Criaturas Se Derriten Bajo El Sol (2022).

Eso sí, sus inicios en el cine distan mucho de cómo uno lo imaginaría. Entró a estudiar la carrera en la Universidad de Chile netamente por lo técnico y “no sabía nada de cine, en realidad“.

Pero en esa época universitaria, fue Alicia Scherson quien leyó el guion de su primer corto y lo motivó, convirtiéndose en un momento que lo marcó para adelante. “Me motivó mucho, me hizo ver que era un buen guionista y ahí empecé a escribir. Me gusta mucho escribir, disfruto mucho la escritura”, aseguró en conversación con EL DÍNAMO días antes de partir a Francia.

Hace siete años, gracias a la Escuela de Cine fue que logró postular por primera vez a Cannes, algo que jamás espero que terminara siendo como lo vivió. Tras postular, recuerda, “recibí la noticia al poco tiempo. Me llegó un mail que te hacen unas preguntas, querían saber de mí la programadora de esa sección. Le respondí y me dice que estaba seleccionado. Yo saltando en una pata”.

“Me dio mucha ilusión y también de desconocer cómo es el festival, de llegar a algo nuevo. Uno tiene una idea muy grandilocuente del festival y es un poco así, pero hay un poco de todo. Es una jungla bien diversa”, aseveró.

“No es un panfleto sobre la prevención del SIDA”

Diego Céspedes comenzó a trabajar en La Misteriosa Mirada del Flamenco una vez terminó su primer largometraje, un proceso que califica como “muy natural en la industria”.

Para ello, tuvo que aprender a cómo pasar de un proyecto a otro, principalmente por las grandes diferencias que existía con lo que ya había hecho. “En el desarrollo en sí no lo pasé mal, era bacán escribir y escribir mientras se buscaba financiamiento”, aseguró.

Para ese entonces aún no tenía clara la idea que quería trabajar. Según explicó, para él como cineasta no existen “esos momentos como chispazos que se te viene la idea a la mente y es cómo Ah, esto quiero contar. Viene más de distintas ideas, es como que se van formando, es como pintar un cuadro: vas eligiendo los colores, la pintura y vas hilando”.

“En ese proceso hubieron varias cosas. Una de las historias que yo siempre había escuchado del SIDA era a través de mi mamá. Nosotros somos de una población en Peñalolén y ahí tenían una peluquería de barrio y contrataron a varios chicos. Todos ellos eran gays y todos murieron de SIDA. Esa historia era parte de las historias familiares, entonces había un terror hacia el SIDA, desconociendo qué era. De ahí nació un poco la intriga de contar algo del SIDA”, explicó.

Sin embargo, dejó en claro que su idea nunca fue hacer una película para educar sobre el tema o para prevenir esta enfermedad.

Nunca he considerado que el cine, para mí, tenga que ser derechamente político. Soy más de empezar por la construcción humana, el lado sensitivo de la película, contar la historia. Si uno mismo escribe un guion, lo político y tu pensamiento político viene de la mano naturalmente“, sostuvo.

En esa misma línea, acotó que “prepararlo políticamente es un disparo a los pies, porque al final terminas haciendo un panfleto. Esta película no es un panfleto sobre la prevención del SIDA, no tiene nada que ver, yo creo que es un contexto. Habla más de las relaciones humanas que se crean en momentos de crisis. Todos los personajes tienen una humanidad increíble y forman familia sin serlo. Esa parte era lo que más me llamaba la atención”.

– ¿Por qué optar por un elenco nuevo?

Nunca me imaginé la película con los rostros de actores que ya conocemos. Mi imaginario era un rostro nuevo, un rostro que yo tenía en la cabeza y se fue encontrando. Nunca escribí pensando en un actor famoso, no es lo que me gusta hacer. Lo siento como un deber personal de si tenemos una plataforma especial, tenemos que abrir el campo. Hay mucho talento, hay mucho donde explorar, buscar, trabajar y, normalmente, estamos manteniéndonos con un grupo de actores que, tengo mucho respeto por todos y los admiro, pero también hay que darle espacio a otros rostros. Eso diversifica, puedes llegar a lugares que nadie conoce y eso es mucho más emocionante.

– No debe haber sido fácil pasar de realizar un corto a un largometraje, ¿qué fue lo que más te costó de este proceso?

Vi con mayor complejidad el rodaje, porque el de un corto son cinco días, entonces la experiencia de 30 días de rodaje, más la preproducción… Es un mundo y un trabajo que sabía pero no estaba listo o no me sentía tan listo para enfrentar. No lo había hecho y aprendí mucho en el camino, enseñanzas desde muchos lados.

Diego Céspedes adelantó que La Misteriosa Mirada del Flamenco se va a estrenar en Chile, “pero no sabemos cuándo. Supongo que va a pasar por un festival primero y después se va a estrenar en el cine”.

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