
Caminado con las canillas heladas por el frío del miércoles, recibí una llamada muy mal educada de un ahora ex amigo, que se comunicó exclusivamente para hacerme ver que estaba con las patas en el mediterráneo, muy cerca de la ciudad de Livorno, en Italia. Visualicé nítidamente que la vida de verano junto al mar es, al menos ahora, mucho mejor que la del citadino del hemisferio sur. Así, se me vino de inmediato a la lengua un maravilloso Cacciucco a la Livornese que tragué con entusiasmo por allá por el 98, año del tiro libre de Sierra. Sin alternativa rajé a Youtube a mi canal favorito, Italia Squisita, para ver si tenían la receta. Afortunadamente encontré algo de paz viendo el video de la suculenta sopa de pescado.
Pero no fue suficiente, imposibilitado de ir a almorzar a una buena caleta no me quedó otra que ir raudo a Eliodoro Yañez con Ricardo Lyon a la Pescadería y restaurant “Con Agallas” (www.conagallas.cl) que además de vender muy buen pescado fresco, limpio y sellado al vacío, tienen una buena oferta de platos simples para servir y llevar. El cebiche estaba reconfortante como sol de invierno en la espalda. Con cubos de corvina cortados en cubos de buen porte y aliñado sin abusar del limón, se dejó comer sin oposición sentado en una de las pequeñas bancas que hay en la vereda. Cierre usted los ojos en esa esquina e imagine que está sentado en su playa favorita. Yo no pude lograrlo y no me quedó otra que seguir comiendo para ver si me teletransportaba a las costas del Mar de Liguria. Un sandwich de pulpo y un crab roll completaron el menú y apaciguaron en parte las ganas de flotar en traje de baño en el mediterráneo o a decir verdad, en cualquier parte que uno pueda tener las canillas por sobre los 20 grados y al mismo tiempo disfrutar de una buena panzada de pescado.