La economía del Reino Unido se encuentra en una compleja crisis de desabastecimiento que está poniendo en jaque la recuperación del país tras la pandemia.
Hace cinco días que enormes filas se observan en las estaciones de servicio de todo el territorio británico como consecuencia de la falta de combustible, debido a la ausencia de choferes de camiones.
Junto a ello, varias ciudades del Reino Unido están sufriendo la falta de productos en supermercados y de trabajadores en varios sectores.
La falta de combustible provocó compras de pánico en todo el país. Como resultado, el lunes y martes, la mayoría de gasolineras se quedaron sin bencina, asediadas por conductores frustrados tras hacer horas de fila.
Los retrasos en los reabastecimientos y la escasez de conductores del transporte que provenían de la Unión Europea (UE) son atribuidos a la pandemia, pero se agravaron con el Brexit, ya que muchos trabajadores decidieron definitivamente abandonar el Reino Unido, debido principalmente a las duras condiciones de trabajo y los sueldos poco atractivos.
Para empeorar el panorama, el Brexit obliga ahora a los camioneros europeos a solicitar visados de trabajo, un trámite caro y complicado.
El secretario de Transporte, Grant Shapps, indicó este martes que hay “indicios tentativos” de que la crisis se calme.
Para paliar la crisis, el Gobierno anunció que otorgará 10.500 visas a choferes y trabajadores de camiones en el extranjero, a quienes se les permitirá trabajar en el Reino Unido hasta la víspera de Navidad.
