La advertencia de Hamás en medio del retraso de la firma del acuerdo con Israel
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, atribuyó a una "crisis de última hora" el retraso en la firma del acuerdo con Hamás para la libertad de los rehenes.

Hamás alertó a Israel sobre la seguridad de los rehenes que aún permanecen en su poder, luego que el primer ministro Benjamin Netanyahu justificara el retraso en la firma del acuerdo de alto al fuego debido a una “crisis de última hora”.
Las declaraciones de uno y otro lado se produjeron luego de que en las últimas horas se registraron otros 81 muertos en Gaza debido al accionar del Ejército israelí.
De acuerdo a lo manifestado por la agrupación palestina, los continuos bombardeos de Israel están poniendo en peligro la vida de los rehenes que serán liberados en el marco de acuerdo entre ambas partes, que contó con la mediación de países como Catar, Estados Unidos y Egipto.
“En este estadio, cualquier agresión y bombardeo del enemigo podría convertir la libertad de un prisionero en tragedia“, afirmó Hamás a través de un posteo en Telegram.
Israel acusó a Hamás de cambiar el acuerdo para liberar a los rehenes
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, acusó a la agrupación palestina de no cumplir con el acuerdo alcanzado e intentar obtener nuevas concesiones no contempladas inicialmente.
En esa línea, el jefe de gobierno manifestó que no se reunirán con su contraparte palestina a firmar el acuerdo hasta que esta última desista de su propósito.
Luego del anuncio del acuerdo alcanzado entre Hamás e Israel, la extrema derecha presionó al gobierno de Netanyahu, tras considerar que realizó demasiadas concesiones.
Según lo acordado en las negociaciones, el acuerdo incluye la liberación de 33 rehenes isrelíes y cientos de prisioneros palestinos en las próximas semanas. También permitirá un incremento en la ayuda humanitaria en Gaza y el retiro de las tropas de Israel desde varias zonas, lo que permitirá que miles de personas puedan regresar a sus hogares.
El 7 de octubre comandos de Hamás ingresaron al sur de Israel, donde mataron a unas 1.200 personas y tomaron a otras 250 como rehenes, de los cuales alrededor de un centenar permanece en poder del grupo palestino.