
El comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), Hossein Salami, es posiblemente el líder iraní de mayor rango que falleció en los recientes ataques israelíes. Así lo confirmaron medios estatales de Teherán durante esta jornada.
De 65 años, era conocido por sus duros discursos contra Israel y Estados Unidos, formando parte de la IRGC desde hace unos 40 años.
Nacido en 1960, Salami abandonó sus estudios de ingeniería mecánica y se unió a la Guardia Revolucionaria en 1980, en medio del estallido de la guerra entre Irán e Irak. A partir de ahí comenzó su carrera al interior del IRGC que terminó convirtiéndolo en uno de los hombres más poderosos de Irán, ganando popularidad por sus energéticas oratorias contra occidente.
En 2009 fue nombrado comandante adjunto y para abril de 2019 llegó a ser designado como comandante en jefe de la organización, siendo el responsable cuando, en abril de 2024, lanzó un ataque con más de 300 drones y misiles contra Israel.
Durante años prometió venganza contra Israel, Estados Unidos y Arabia Saudita, hablando de una “lucha global” contra los que describía como enemigos del Islam. “El enemigo cree que puede luchar contra Irán de la misma manera que lucha contra los palestinos indefensos que se encuentran bajo el asedio israelí. Tenemos experiencia y estamos curtidos en la guerra”, dijo en una de sus últimas advertencias.
Además de recibir sanciones por la ONU y Estados Unidos, fue incluido en listas de restricciones de países como Canadá, responsabilizándolo por la represión en protestas y violación de derechos humanos en Irán. En respuesta, Salami indicó que la Guardia Revolucionaria se sentía “orgullosa” de haber sido designada como organización terrorista por Washington.