Shane Tamura, un joven de 27 años oriundo de Las Vegas, fue identificado por las autoridades de Nueva York como el autor del tiroteo que dejó cuatro muertos y un herido de gravedad en un edificio de oficinas de alto perfil en Manhattan.
Con un rifle de asalto en mano, abrió fuego contra varias personas antes de quitarse la vida en el piso 33, provocando la muerte de un oficial fuera de servicio, Didraul Islam..
Tamura, que poseía una licencia vigente para portar armas con vencimiento en 2027, fue descrito por fuentes policiales como un atacante solitario. “Creemos que actuó solo”, dijo la comisionada del Departamento de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, en conferencia de prensa.
El tiroteo ocurrió en una zona densamente transitada en el centro de Nueva York, en un edificio de 44 pisos que alberga oficinas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), la que tendría que ver con el hecho. Según el alcalde de la ciudad, Eric Adams, el joven portaba consigo una nota que parecía culpar a la NFL por su enfermedad cerebral degenerativa.
La enfermedad que padecía autor del tiroteo en Nueva York
Tamura tuvo una trayectoria como un destacado jugador de fútbol americano en la preparatoria Granada Hills Charter High School, en California, aunque nunca fue jugador de la NFL. Según Bloomberg News, el escrito hallado en su billetera apuntaba a que su carrera futbolística se vio truncada por una lesión cerebral durante aquel período.
“La nota aludía a que sentía que tenía encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés), una lesión cerebral común en quienes practican deportes de contacto“, declaró Adams a CBS News. “Parece que culpó a la NFL por su lesión”.
La CTE es una enfermedad cerebral grave sin tratamiento conocido, que puede ser causada por golpes repetidos en la cabeza durante los deportes de contacto. Relacionada con la agresividad y la demencia, la NFL ha pagado unos mil millones de dólares para resolver demandas relacionadas con conmociones cerebrales de miles de jugadores retirados luego de la muerte de varios jugadores de alto perfil.
El autor del incidente se había desempeñado sus últimos días como guardia de seguridad en un casino de Las Vegas y contaba con antecedentes documentados de salud mental.
