El Cogat, el organismo militar de Israel que gestiona asuntos civiles en los territorios ocupados palestinos, lanzó sus dardos al grupo islamista Hamás que, a su juicio, trata de “amplificar la narrativa de la hambruna en Gaza“, incluyendo entre los fallecidos por desnutrición “pacientes con enfermedades graves“.
“A pesar de la supuesta alta tasa de muertes en julio, el Ministerio de Sanidad de Hamás no publicó las identidades de los fallecidos como ha hecho en el pasado“, indica el comunicado divulgado por el Cogat. “Esta discrepancia entre las informaciones numéricas y las publicaciones (de nombres) individuales levanta dudas sobre su credibilidad“.
La Sanidad gazatí, desde octubre de 2023, registra casi 230 muertos por desnutrición —de los cuales 103 corresponden a menores de edad—, mientras que el Ejército israelí no ofreció una estimación propia de cuántas defunciones ha causado el fenómeno. La única fuente que citaron fue una investigación “en profundidad” del estamento de seguridad.
“El análisis caso por caso de las muertes publicadas muestra que la mayoría de aquellos que supuestamente han muerto por desnutrición tenían condiciones médicas previas que llevaron a un deterioro de su salud no relacionado con su estatus nutricional“, insistió Israel.
El gran causante de este fenómeno ha sido el bloqueo israelí al acceso de ayuda humanitaria. En una etapa inicial, entre el 2 de marzo y el 19 de mayo, se mantuvo de manera total. Actualmente dicha medida es parcial, manteniendo un acceso muy limitado a la población afectada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas 12.500 personas requieren ser evacuadas de la Franja para recibir atención médica en el extranjero.
Según el Cogat, una media de unos 270 camiones habrían ingresado diariamente a Gaza a lo largo de la semana pasada. Sin embargo, las agencias de la ONU apuntan a que son necesarios entre 500 y 600 al día para abastecer a toda la población, la que arrastra las consecuencias de casi dos años de ofensiva militar en el enclave.