El Departamento de Defensa de Estados Unidos denunció que dos aviones militares de Venezuela volaron peligrosamente cerca de un buque de guerra estadounidense que operaba en aguas internacionales del Caribe, en un incidente ocurrido la noche del jueves.
En un comunicado oficial, Washington calificó la acción como una maniobra “altamente provocadora“, que habría sido “diseñada para interferir con nuestras operaciones en contra del narcoterrorismo“. De tal manera, las autoridades estadounidenses advirtieron que no tolerarán intentos de obstrucción por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
“Se le recomienda fuertemente al cartel que gobierna Venezuela que no persiga ningún esfuerzo por obstruir, disuadir o interferir en operaciones antinarcóticos y antiterrorismo llevadas a cabo por las fuerzas armadas estadounidenses”, afirmó el Departamento de Defensa.
Según información citada por la agencia Reuters, un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, indicó que los aviones de Venezuela eran modelos F-16, aeronaves de combate ligeras y ágiles, siendo el caza de combate más producido en el mundo.
Asimismo, la nave sobrevolada fue el USS Jason Dunham, uno de los destructores desplegados por EE.UU. en la región como parte de su estrategia contra el narcotráfico. Caracas no respondió a una solicitud de comentarios realizada por Reuters al Ministerio de Comunicaciones.
Este nuevo episodio eleva las ya tensas relaciones entre ambos países, que no mantienen vínculos diplomáticos formales desde 2019. El incidente ocurrió apenas dos días después de que el presidente Donald Trump ordenara la destrucción de una lancha en el Caribe, presuntamente utilizada por el grupo criminal Tren de Aragua para el transporte de drogas. Según detalló Trump, en el ataque murieron “11 terroristas en combate“, sin bajas estadounidenses.
El mismo día del ataque, desde Ecuador, el secretario de Estado Marco Rubio respaldó la acción militar de Washington. En una conferencia de prensa, aseguró: “Es una guerra contra los asesinos. Es una guerra contra el terror. No se trata de narcotraficantes, sino de narcoterroristas que aterrorizan a los países en los que operan“.