El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmará este viernes una orden ejecutiva para que el Departamento de Defensa pueda conocerse también como el Departamento de Guerra. Un nombre que ya tuvo la institución militar entre 1789 y 1947, centrando esta nueva nomenclatura en un sentido belicista, como solían hacerlo la mayoría de las naciones del mundo en el siglo XX.
Con la medida, el mandatario apunta a promover la imagen de unas Fuerzas Armadas más agresivas y poderosas frente al resto del mundo. “Ganamos la Primera Guerra Mundial, ganamos la Segunda. Entonces se llamaba Departamento de Guerra y para mí eso es lo que es de verdad“, había declarado Trump hace una semana en el Despacho Oval.
Estados Unidos tuvo un Departamento de Guerra desde su independencia hasta inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en 1947. Fue en aquel año cuando el entonces presidente Harry Truman separó la Fuerza Aérea y el Ejército de tierra y los agrupó, junto a la Marina, bajo el mando de una nueva entidad. El Congreso la llamó Departamento de Defensa.
El cambio del nombre sigue los esfuerzos del secretario de Defensa, Pete Hegseth, para intentar exhibir una imagen más agresiva de su Departamento. Desde su incorporación al Pentágono, ha eliminado todo indicio de las políticas de diversidad e inclusión que había adoptado la institución en el último tiempo, revirtiendo decisiones adoptadas en la era Biden.
De la misma manera, Hegseth ha querido prohibir que los homosexuales y transexuales puedan formar parte de las fuerzas armadas y ha cesado a numerosos cargos, incluido el hasta entonces jefe del Estado Mayor, C.Q Brown, ya que, a su juicio, han sido nombrados no por méritos propios sino como parte de una política de promoción de las minorías que debilita la capacidad letal del ejército estadounidense.