Laura Yourex, una residente de Costa Mesa de 62 años, fue acusada en California por varios cargos por delitos graves relacionados con haber registrado a su perra, Maya Jean, como votante y emitir boletas de voto a su nombre. Los fiscales del caso advirtieron que los cargos conllevaban una pena de hasta seis años en prisión estatal.
La Fiscalía del Condado de Orange acusó a la mujer de perjurio, presentar documentos falsos, emitir un voto cuando no tenía derecho a hacerlo, registrar a una persona inexistente para votar y de registro y participación electoral ilícitos. Según la ley de California, los ciudadanos no tienen que registrarse en persona y con una simple prueba de residencia es suficiente para el registro.
Investigadores aseguraron que el caso comenzó después de que su actividad en redes sociales atrajera atención y motivara una pesquisa. De hecho, la reconstrucción de los hechos se centró en sus publicaciones en línea.
Tras las elecciones para gobernador de California de 2021, Yourex publicó una foto de su mascota con una calcomanía I Voted (Yo voté). En octubre de 2024, publicó una foto de la placa de la perra junto a una boleta de voto por correo, afirmando que Maya “todavía está recibiendo su material de registro de votante” a pesar de ya haber fallecido.
Se desconoce a quién favorecieron los votos emitidos bajo el nombre de Maya Jean Yourex, y los fiscales no divulgaron sus selecciones ni ninguna orientación política asociada a las boletas. La investigación concluyó que Yourex registró a su perra para votar, asumió la identidad de la perra en dos ocasiones y finalmente se autodenunció.
Fiscalía aseguró que la mujer presentó boletas por correo a nombre de Maya Jean Yourex en la elección revocatoria de 2021 del gobernador Gavin Newsom y en las primarias de 2022. En 2021, la boleta fue contabilizada, mientras que la de 2022 fue impugnada y rechazada debido a discrepancias en los requisitos de registro.
El caso se desarrolló en paralelo a un debate nacional más amplio sobre la integridad de los padrones electorales, con un sector del Partido Republicano afirmando, sin pruebas contundentes, que los padrones estaban llenos de no ciudadanos y personas fallecidas. El caso ahora asoma como una ejemplificación de la problemática.