Cuatro contra uno. De esa manera el Supremo Tribunal de Brasil alcanzó este jueves la mayoría de votos para condenar al ex presidente Jair Bolsonaro en el juicio que lo acusa de liderar un golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. La decisión fue adoptada por el panel compuesto de cinco jueces, quienes lo condenaron a 27 años de prisión.
La jueza Cármen Lúcia Antunes dio la primera mayoría al sumarse a los votos emitidos previamente por Flávio Dino y Alexandre de Moraes —el último el relator del caso—, quienes acusaron al ex mandatario por cinco delitos: tentativa de golpe, organización criminal, abolición violenta del Estado democrático de derecho, daño al patrimonio público y deterioro de bienes protegidos.
“Doy por comprobado que Jair Bolsonaro cometió los crímenes en la condición de líder de organización criminal“, afirmó Antunes durante su exposición. El voto final, emitido por el juez Cristiano Zanin, selló la mayoría con cuatro votos a favor de la condena en el juicio contra Bolsonaro, frente a uno en contra del magistrado Luiz Fux.
“La Fiscalía consiguió describir satisfactoriamente una organización criminal armada, estructurada jerárquicamente y orientada a perseguir un proyecto” centrado en la “permanencia en el poder del presidente Bolsonaro, sea cual fuera el método criminal a ser utilizado“, afirmó al cierre de su voto Zanin.
Bolsonaro, de 70 años, mantiene su inocencia y puede apelar ante el pleno de la Corte Suprema. Actualmente cumple arresto domiciliario por desobedecer medidas judiciales.
Esta es la primera vez en la historia de Brasil que un ex presidente es condenado por intento de golpe de Estado. El juicio también involucra a siete ex ministros y asesores cercanos, señalados por la Fiscalía como el “centro neurálgico” de una organización que intentó revertir los resultados electorales mediante el asalto a los tres poderes del Estado en Brasilia, el 8 de enero de 2023. Más de 600 personas ya han sido condenadas por ese ataque.
El proceso ha generado tensiones internacionales. El presidente estadounidense Donald Trump calificó el juicio como una “cacería de brujas“, mientras que la Casa Blanca advirtió que no dudará en “usar el poder económico y militar” para proteger la libertad de expresión. Desde el Gobierno de Lula respondieron: “El primer paso para proteger la libertad de expresión es justamente defender la democracia“.