Una Comisión Investigadora Internacional de la ONU acusó formalmente a Rusia de cometer crímenes de lesa humanidad en Ucrania, al llevar a cabo ataques sistemáticos con el objetivo de forzar el desplazamiento de población civil en territorios ocupados o en disputa. Así lo anunció Erik Mose, presidente de la Comisión, durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
“El terror infundido en la población ha obligado a miles a huir”, declaró Mose. “En opinión de la Comisión, la conducta de las fuerzas armadas rusas podría constituir un crimen de lesa humanidad por traslado forzoso de población“.
Los investigadores señalan que las fuerzas rusas han ejecutado actos “coordinados y organizados” para consolidar el control sobre zonas ya ocupadas y avanzar sobre nuevas regiones. Estas operaciones incluyen ataques con drones, deportaciones forzadas y otras tácticas que, según la ONU, tienen como fin último desplazar masivamente a civiles, extendiendo sus operaciones a lo largo de más de 300 kilómetros en la orilla occidental del río Dniéper, bajo control ucraniano.
Rusia arrastra consigo una larga lista de acusaciones por crímenes de lesa humanidad, entre ellos ataques deliberados a hospitales, infraestructura eléctrica y otras instalaciones civiles; bombardeos indiscriminados en áreas densamente pobladas; secuestros, tortura, asesinatos, violencia sexual y destrucción del patrimonio cultural ucraniano.
Asimismo, la Corte Penal Internacional (CPI) ya emitió en marzo de 2023 órdenes de detención contra el presidente Vladimir Putin y Maria Lvova-Belova, por su presunta implicación en el secuestro de niños ucranianos. En 2024, la CPI también responsabilizó a altos mandos militares rusos, incluyendo a Serguéi Shoigú y Valeri Gerásimov, por crímenes de guerra relacionados con ataques contra civiles.
“Canales de Telegram administrados por las propias unidades responsables de las fuerzas armadas rusas o por personas cercanas a ellas han difundido cientos de videos de civiles siendo asesinados o heridos, lo cual constituye el crimen de guerra de ultrajes contra la dignidad“, denunció Mose.
“La Comisión reitera la importancia de la rendición de cuentas, tanto judicial como extrajudicial, como uno de los medios para garantizar el respeto de los derechos de las víctimas. Evitar la impunidad y exigir responsabilidades a los perpetradores es fundamental para garantizar una paz sostenible“, concluyó.