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Ahora fue Múnich: los presuntos drones rusos que acechan a Europa cerrando aeropuertos y espacios aéreos

Los drones de posible origen rusos han sido vistos en Dinamarca, Polonia y Rumania, además de avistamientos de cazas en Estonia.

El aeropuerto de Múnich, Alemania, se vio obligado a cerrar casi siete horas durante la noche tras una ola de avistamiento de drones, los cuales han sido atribuidos en otras oportunidades a intromisiones de origen ruso. Se trata del último centro de aviación europeo paralizado debido a este tipo de incidentes, que afectó en esta oportunidad a casi 3.000 pasajeros.

Este hecho se suma a una serie de sucesos similares en el continente. La semana pasada, múltiples aeropuertos en Dinamarca también se vieron comprometidos por la presencia de drones no autorizados, lo que provocó la alteración de cientos de vuelos y afectó a decenas de miles de pasajeros. Como medida preventiva, el gobierno danés optó por prohibir temporalmente todos los vuelos civiles de drones.

La creciente frecuencia de estos incidentes ha generado preocupación en todo Europa, especialmente en el contexto de una próxima cumbre de líderes europeos en Copenhague. En dicha reunión, se abordará el apoyo continuo a Ucrania frente a la invasión rusa, así como estrategias para fortalecer la seguridad continental.

Uno de los temas centrales será la propuesta de una “muralla antidrones“, una iniciativa que no contempla estructuras físicas, sino una red coordinada de vigilancia y defensa basada en tecnologías compartidas entre los países de la Unión Europea.

Las alertas no se han limitado a Alemania y Dinamarca. También se han reportado incursiones de drones en el espacio aéreo de miembros de la OTAN como Polonia y Rumania, además de supuestas violaciones aéreas por parte de cazas rusos en Estonia. Estas acciones han elevado las tensiones entre Moscú y el bloque occidental.

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, indicó que no pudieron determinar quien estuvo detrás de los avistamientos de drones en su nación, pero “al menos podemos concluir que hay principalmente un país que representa una amenaza para la seguridad de Europa, y ese es Rusia“.

El Kremlin ha rechazado todas las acusaciones. En una aparición televisiva, el presidente ruso, Vladímir Putin, ironizó sobre las denuncias: “Ya no lo haré. Ni a Francia, ni a Dinamarca, ni a Copenhague”. Sin embargo, mira con recelo la militarización de Europa, advirtiendo que “la respuesta de Rusia no tardará mucho en llegar“.

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