Luego de casi una década de polémicas por su relación con el pederasta condenado Jeffrey Epstein, el Palacio de Buckingham decidió retirarle sus títulos reales al príncipe Andrés. La decisión, adoptada por el rey Carlos III, se toma luego de todo un mes en el que los medios británicos seguían destapando vínculos de su hermano con el magnate estadounidense y la víctima de abusos sexuales Virginia Giuffre.
“Su Majestad ha iniciado hoy un proceso formal para retirar el título, los honores y el tratamiento de Príncipe Andrés“, informó la institución a través de un comunicado divulgado por la BBC. Asimismo anunciaron que deberá abandonar su residencia, perteneciente a la corona: “Hasta la fecha, su contrato de arrendamiento de Royal Lodge le ha brindado protección legal para continuar residiendo allí. Se le ha notificado formalmente la rescisión del contrato y deberá trasladarse a otra vivienda privada“.
Las memorias póstumas de Giuffre y una serie de correos electrónicos inéditos agravaron la situación. En aquellos archivos se demuestra que el hermano de Carlos III mintió al afirmar que había roto todo contacto con Epstein tras su liberación en 2010: 12 semanas después aún se escribían mensajes amistosos.
Pese a que Andrés continúa negando las acusaciones en su contra, retirar sus títulos reales y removerlo de la propiedad oficial fueron medidas que “se consideran necesarias”. Asimismo, “sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso“.
El ex duque de York, título al que renunció hace apenas una semana, se mudará a la finca de Sanmringham, que “será financiada con fondos privados del rey“. Al mismo tiempo, el Congreso de Estados Unidos decidió reabrir su caso, pese a gestionar un acuerdo extrajudicial en 2022, y se prevé que Andrés sea citado a declarar.