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Protestas en Río de Janeiro por el uso de fuerza excesiva en megaoperativo: número de muertos se actualizó a al menos 130

El Supremo Tribunal Federal programó una audiencia con el gobernador del Estado y los jefes de la policía militar y civil para la próxima semana.

Decenas de personas salieron a las calles de Río de Janeiro a realizar protestas en contra del uso excesivo de la fuerza en la redada policial contra el crimen organizado en la ciudad, que dejó al menos 130 fallecidos. De tal manera, los manifestantes exigieron la renuncia del gobernador del Estado de la capital turística carioca, Cláudio Castro, ante la masacre en los barrios más pobres de la urbe.

Residentes de las favelas realizaron protestas frente a la sede del gobierno estatal ondeando banderas brasileñas manchadas con pintura roja y gritando “¡asesinos!” luego de la redada más mortífera en la historia de Río de Janeiro. El acto vino después de que familias y otros vecinos pusieran docenas de cuerpos en una calle de una de las comunidades afectadas para mostrar la magnitud del operativo.

Con un registro inicial de un poco más de 60 muertos, rápidamente surgieron interrogantes sobre el número de fallecidos y el estado de los cuerpos, a raíz de reportes de que varios se encontraban desfigurados y presentaban heridas de arma blanca. El Supremo Tribunal Federal de Brasil, fiscales y legisladores solicitaron a Castro mayor información sobre el operativo.

Felipe Curi, secretario de la policía del estado de Río, declaró en conferencia de prensa que se hallaron cuerpos adicionales en un área boscosa donde, según él, llevaban “ropa de camuflaje, chalecos y armas” mientras se enfrentaban a fuerzas de seguridad. Asimismo, afirmó que los residentes locales habían retirado la ropa y equipo de los cuerpos, lo que será investigado como manipulación de pruebas.

Además, la cifra oficial de arrestados alcanzó los 113, un aumento en comparación de los 81 anunciados inicialmente, clarificó Curi. El gobierno estatal sostuvo que se decomisaron unos 90 fusiles y más de una tonelada de drogas.

Ante la masacre, el juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, programó una audiencia con el gobernador del estado y los jefes de la policía militar y civil para analizar lo sucedido en el megaoperativo para el próximo lunes en Río de Janeiro.

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