El Gobierno de China negó esta jornada las acusaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a pruebas nucleares en secreto e insistió en que está “comprometido” con “un desarrollo pacífico” de la energía nuclear.
“China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y Estado con armas nucleares responsable, está comprometido con el desarrollo pacífico“, dijo el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, quien recalcó que Beijing se ciñe a una política de “no ser los primeros en usarlas” mientras mantiene “una estrategia nuclear defensiva”.
Asimismo, añadió que China “honra su compromiso con la moratoria sobre las pruebas nucleares“, antes de mostrar la disposición del país a “trabajar con todas las partes para mantener el cumplimiento del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT, según sus siglas en inglés) y salvaguardar el régimen internacional de desarme y no proliferación nuclear“.
El vocero subrayó por ello que China espera que Estados Unidos “se ciña firmemente a sus obligaciones bajo el CTBT y a su compromiso con una moratoria sobre las pruebas nucleares”, así como a “adoptar acciones concretas para respetar el marco internacional sobre desarme y no proliferación nuclear” para “mantener el equilibrio estratégico y la estabilidad global”, según recogió el diario chino Global Times.
Los dichos de Mao llegan horas después de la transmisión de una entrevista de Trump con la cadena estadounidense CBS, asegurando que existen “ensayos de Rusia, ensayos de China” en materia nuclear, pero que las realizan en secreto pues “ellos no hablan de ello”. El mandatario, en ese sentido, ratificó sus planes: “Vamos a probar armas nucleares como lo hacen otros países“.
La última vez que Estados Unidos, Rusia o China llevaron a cabo ensayos nucleares fu en 1996, año en que Beijing llevó a cabo sus últimas pruebas. Moscú lo hizo en 1990 y Washington en 1992. De acuerdo a un informe presentado en agosto por el Servicio de Investigación del Congreso estadounidense, el país norteamericano comenzaría sus pruebas nucleares en un periodo entre 24 y 36 meses una vez que el presidente diera la orden, según detalló CNN.