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6 de Agosto de 2018

Cuba: una oportunidad irrevocable

"Todos los países necesitan encadenar acciones con las de futuras generaciones, requieren hacer de los procesos de desarrollo, un diálogo permanente, una conversación sobre la sostenibilidad".

Por Pierre Lebret
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Pierre Lebret es Cientista Politico UDP – La Sorbonne Nouvelle París III. Especialista en Cooperación Internacional

La mayor de las Antillas se alista para una nueva constitución. Una oportunidad ? Si, una oportunidad que le pertenece al pueblo cubano. Una oportunidad para reconocer lo que funciona y cambiar lo que no. En todo el país se están distribuyendo ejemplares del proyecto constitucional a la población para su debido debate y reflexión entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre del presente año.

A poco más de los primeros cien días de su gestión, Miguel Díaz Canel, el nuevo presidente del Consejo de Estado de Cuba y del Consejo de Ministros ha expresado su voluntad de establecer una nueva carta magna e intentar enlazar las reformas necesarias para el desarrollo nacional con el carácter socialista del modelo cubano. Sin duda, Cuba debe proteger su modelo educacional, mantener su liderazgo en materia de salud y preservar su identidad cultural, hay conquistas en las cuales no se debe retroceder.

La pregunta que todos se hacen respecto de este nuevo proyecto constitucional es hacia qué dirección se orientará el país caribeño. Lo cierto, es que no existen recetas hechas ni atajos en el camino. Algunos expresan su temor de que Cuba pierda autenticidad. Lo doblemente cierto, es que cada país puede emprender los cambios que estima pertinentes para su desarrollo, en función de las demandas de su sociedad y de sus propias particularidades.

El desafío será la búsqueda de un desarrollo mas inclusivo y sostenible, responder a las aspiraciones de un pueblo que aun sufre las consecuencias del bloqueo estadounidense.

Pero claramente, instaurar una nueva constitución es la oportunidad para cambios. Por ejemplo, profundizar el trabajo liderado por Mariela Castro en el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), reconocer las parejas del mismo sexo e instalar una verdadera agenda contra la discriminación de genero.

En el ámbito económico, al reconocer en este proyecto constitucional la propiedad privada y el rol del mercado en la economía, el país esta intentando considerar las variables necesarias para un mayor dinamismo que permita aumentar sus capacidades productivas, el desarrollo de nuevas infraestructuras y mejores perspectivas laborales. Raúl Castro había logrado promover el emprendimiento privado autorizando el desarrollo de los cuentapropistas. Hoy, según cifras oficiales estos representarían el 13% de la fuerza laboral del país.

En cuanto a la promoción de la inversión extranjera, existe un claro interés por parte de algunos países y grupos económicos en hacer negocios en Cuba. Sin embargo, las autoridades saben que ésta inversión no puede estar asociada con la visión del capitalismo exacerbado, el cual puede atentar contra las identidades culturales, además de alterar y destruir los ecosistemas. Inversiones estratégicas para el desarrollo sostenible, es de hecho lo que han entendido las autoridades francesas al reforzar su cooperación con Cuba desde el año 2015, emprendiendo proyectos en áreas estratégicas como la agricultura o el desarrollo de infraestructuras ferroviarias.

Los cambios que se avecinan representan una oportunidad también en materia de lucha contra el cambio climático. Sabemos que la región del Caribe, y Cuba en particular, está sufriendo las consecuencias directas de este fenómeno, solo cabe recordar las épocas de sequias, los huracanes Matthew e Irma.

El cambio climático más allá de cualquier retórica, está ligado –como lo demuestra la evidencia científica- al comportamiento humano, por ello solo actuando sobre nosotros mismos podremos intentar atenuar esta frenética carrera hacia el desastre. Cuba tiene una ventaja en la materia, su sistema educacional, que puede permitir emprender mas rápidamente acciones a favor de una transición ecológica.

Todos los países necesitan encadenar acciones con las de futuras generaciones, requieren hacer de los procesos de desarrollo, un diálogo permanente, una conversación sobre la sostenibilidad. En la historia de la humanidad, ocurrieron múltiples revoluciones, es necesario iniciar una nueva, una que debe ser central en
nuestras vidas y permitir abrir nuestras miradas sobre lo que nos rodea, sobre nuestro entorno, requerimos una revolución en nuestra relación con la tierra.

No podemos seguir postergando una revolución que detenga la locura depredatoria y asegure mínimamente las condiciones ambientales en que vivirán los hombres y mujeres del futuro. Como decía José Martí: “Quien vive para todos continua viviendo en todos, dulce premio”.

Para que su revolución no caiga en una fatídica ilusión, Cuba sigue su camino, se atreve y enfrenta un momento histórico: su oportunidad irrevocable.

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