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Chile, Always Surprising

Con una derecha compitiendo a tres bandas, los movimientos dentro de la nueva izquierda hegemónica también remecerán al ambiente político. Y dejarán secuelas. El rol del PC en la campaña, los cambios de bando y los que se sumen a esta nueva ola, marcarán el debate.

Hace unos 20 años, se inició una campaña bajo el slogan Chile, Always Surprising. A ratos también aparecía Chile, All Ways Surprising. El debate fue divertido. Always se refería a una condición de tiempo (Chile siempre sorprende). Y el all ways, de espacio (por todos los caminos Chile sorprende). El holgado triunfo de Jeannette Jara me recordó ese momento.

Aunque solo un 9% participó en las primarias oficialistas, la paliza fue sorpresiva. Y simbólica. El gobierno de Apruebo Dignidad, el paraguas bajo el cual se cobijó el Frente Amplio junto al PC, ha resucitado. Pero se produjo un enroque. Si Boric venció a Jadue, ahora Jara desplazó a Tohá y pulverizó a Winter. Era el turno de los compañeros. En esta etapa el timón de la nueva coalición de izquierda lo tiene el PC. Entramos en la era del Comunismo Amplio.

Hay muchas variables que explican esta nueva hegemonía. Durante el actual gobierno, el apoyo del PC ha sido y sigue siendo fundamental. Algunos de los ministros más destacados han sido de ese partido. El Frente Amplio, por conveniencia o incompetencia, fue plegándose y mimetizándose. De hecho, un estudio de Aldo Mascareño revela que entre abril del 2024 y marzo del 2025 los diputados del Frente Amplio votaron al unísono con los del PC. Las 1.887 votaciones analizadas con el algoritmo nominate confirman este patrón. Tan cercanos que en la sede del Frente Amplio hoy se forman jóvenes con cursos sobre Economía política marxista y Superar el neoliberalismo. El pandero lo lleva el comunismo. Por algo el candidato Winter, con un discurso y una propuesta que perfectamente pudo ser del PC, obtuvo solo un 9% de los votos.

Durante la campaña, el trabajo político del PC jugó un rol decisivo. El Frente Amplio tiene 60.592 afiliados. Y el PC, 44.973. No obstante, la capacidad de trabajo y movilización de los comunistas fue muchísimo mayor y más eficiente. Winter obtuvo 123.829 votos, lo que equivale a dos votos por afiliado. Jara, en cambio, logró 825.835 sufragios lo que equivale a 18 por militante. Esa diferencia dice mucho de la nueva élite política del Frente Amplio.

Las primarias también reflejan la perseverancia y coherencia de esta nueva izquierda. Por eso la historia de nuestra socialdemocracia, aunque triste, no debe sorprendernos. Después del masivo Rechazo saltaron al rescate del gobierno de Apruebo Dignidad. Y Carolina Tohá, símbolo y emblema de ese salvataje, se ahogó. El Frente Amplio fue siempre muy crítico con los protagonistas y el legado de la Concertación. Hasta que, unidos al PC, lograron desplazarlos y hundirlos.

La política puede ser humanamente más cruel que el mercado. Solo recuerde que Tohá, como alcaldesa de Santiago, fue la guaripola de Bachelet. En marzo del 2013 la esperaba en el aeropuerto. Y agradeciendo su regreso a Chile para asumir el desafío de su candidatura presidencial, proclamaba “no va a estar sola”. Al anunciarse las primarias oficialistas, la expresidenta no la apoyó. Aunque es muy probable que Bachelet termine respaldando a Jara, tendremos que esperar los resultados de sus gestiones para ser Secretaría General de la ONU. Un apoyo inmediato sería arriesgado.

Con una derecha compitiendo a tres bandas, los movimientos dentro de la nueva izquierda hegemónica también remecerán al ambiente político. Y dejarán secuelas. El rol del PC en la campaña, los cambios de bando y los que se sumen a esta nueva ola, marcarán el debate. En medio de la ansiedad electoral, no debemos olvidar que queda camino por recorrer. Tampoco la rareza de esta nueva izquierda a cargo del PC chileno. Solo basta con recordar cómo, por la vía de los hechos y atizando la violencia, intentaron derrocar al gobierno del Presidente Piñera. Chile siempre ha sido all ways y always surprising.

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