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Postulación al FUAS: entre las brechas y las respuestas concretas

En este mes de postulación, el desafío es colectivo. Es necesario invitar a docentes, orientadores, apoderados y medios de comunicación a sumarse en la tarea de difundir, acompañar y orientar. Cada formulario completado es una oportunidad que se abre; cada joven que postula, una historia que puede cambiar.

El pasado 1 de octubre se abrió el periodo de postulación al Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (FUAS), disponible hasta el 22 del mismo mes. Es la llave de entrada a la gratuidad, becas estatales, créditos y otros beneficios que permiten financiar la educación superior en Chile. Sin embargo, miles de jóvenes siguen sin completar este trámite y quedan fuera de ayudas que podrían transformar su futuro.

En los últimos periodos de postulación, cerca del 50% de los matriculados no completó el FUAS. Solo en 2024, más de 650 mil jóvenes quedaron fuera del proceso. Esta cifra refleja una brecha que no está en la oferta de beneficios, sino en el acceso a la información. En los colegios municipales y subvencionados, la falta de acompañamiento y la complejidad del sistema se transforman en barreras que impiden avanzar hacia la educación superior.

A esto se suma un escenario económico desafiante. Según nuestros datos, las carreras del área de la salud y algunas ingenierías concentran los aranceles más altos, superando los 9 millones de pesos anuales. En este contexto, los beneficios estudiantiles no son un complemento, sino una condición esencial para que los jóvenes puedan estudiar.

Un tercio de los estudiantes de cuarto medio no completa el FUAS. Y aunque la mitad de los egresados accede a la educación superior, nueve de cada diez lo hace con algún tipo de financiamiento. En Fundación por una Carrera hemos comprobado el impacto de acompañar este proceso: el 57% de los estudiantes asesorados por la fundación logró ingresar a la educación superior, y el 83,6% de quienes se matricularon obtuvo asignación de Gratuidad o becas. Postular o no postular marca una diferencia decisiva: no hacerlo significa, muchas veces, renunciar a la posibilidad de continuar los estudios.

Frente a esta realidad, hemos aprendido que la diferencia no está solo en tener beneficios disponibles, sino en acompañar a los jóvenes para que se atrevan a postular. Desde 2008 trabajamos junto a comunidades educativas, docentes y familias para que cada estudiante pueda tomar decisiones informadas sobre su futuro académico. A veces, una conversación o una orientación a tiempo basta para abrir un camino que parecía cerrado.

Por eso es fundamental impulsar espacios de orientación vocacional y acompañamiento que permitan a los estudiantes reconocer sus intereses y habilidades, y entender las múltiples formas de financiar sus estudios. Las herramientas digitales también ayudan: desarrollamos un buscador nacional de becas y créditos, que reúne más de 1.500 alternativas en universidades, institutos y centros de formación técnica, y que busca justamente facilitar ese acceso a la información que tantas veces se da por perdida.

Todo este trabajo se sostiene en la colaboración de profesores, orientadores, municipios y voluntarios, que comparten un mismo propósito: hacer que cada joven tenga la oportunidad de proyectar su futuro con claridad y esperanza. Además de información, se necesita guía, acompañamiento y confianza para transformar la incertidumbre en acción.

En este mes de postulación, el desafío es colectivo. Es necesario invitar a docentes, orientadores, apoderados y medios de comunicación a sumarse en la tarea de difundir, acompañar y orientar. Cada formulario completado es una oportunidad que se abre; cada joven que postula, una historia que puede cambiar.

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