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1 de Abril de 2014

Josefa Errázuriz y Carolina Tohá: ¿Cuánto ha funcionado la participación ciudadana en el desarrollo comunal?

La interrogante que hoy muchos se hacen es cuánto han avanzado las comunas con este nuevo mecanismo. Para determinarlo, El Dínamo consultó a varios expertos para analizar los avances en las áreas de cultura, medioambiente, manejo de colegios, seguridad y obras públicas.

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Fueron dos de los triunfos emblemáticos de las pasadas elecciones municipales de 2012. Carolina Tohá (PPD) y Josefa Errázuriz (independiente) lograron derrotar a la derecha, encabezada por Pablo Zalaquett y Cristián Labbé, que llevaba asentada en los municipios de Santiago y Providencia  varias administraciones.

Ambas también llegaron con una novedosa propuesta que las catapultó al sillón alcaldicio: la participación ciudadana. Para ello, ya instaladas ambas alcaldesas crearon unidades especiales para esos fines, que hoy tienen la misión de hacer converger la opinión de los vecinos de la comuna de proyectos en particular, así como oír y potenciar otros presentados por ellos mismos.

Pero en lo concreto, ¿Cómo ha funcionado la participación ciudadana en la gestión de los municipios? ¿Ha sido un aporte para el desarrollo comunal?, o más bien ¿Relentiza la ejecución de los proyectos? A más de un año y tres meses de asumir las nuevas administraciones, hay voces críticas al interior del mundo municipal que hablan de un “entrampamiento” con la participación ciudadana. Explican que en varios casos, la consultas a la comunidad se han extendido más del tiempo necesario retrasando la ejecución de proyectos.

Los anterior, sin embargo, no va al fondo sino a la forma en cómo se ha desarrollado esta apuesta que continúa estando en pañales y que en algunos casos ha funcionado mejor que en otros.

Las interrogantes también apuntan hasta dónde es necesaria la experiencia política para una buena y más eficiente gestión, en un escenario donde dos potentes figuras municipales, que abogaron por la participación ciudadana, vienen desde mundos opuestos: por un lado, Tohá fue diputada, ministra y miembro activo de la política chilena; y por  el otro, Errázuriz viene de las bases comunales y desde la independencia partidaria.

Tohá vs. Errázuriz

El Dínamo consultó a varios expertos para analizar los avances en proyectos de 5 áreas: cultura, medioambiente, manejo de colegios, seguridad y obras públicas a nivel comunal.

En este último punto, todos coinciden en la positiva gestión que ha realizado Carolina Tohá, sobre todo en el rescate patrimonial de Santiago, en la restauración de edificios del casco histórico y en la renovación del espacio público. “Hoy vemos cómo la alcaldesa Tohá ha avanzado en ejecutar obras que pueden ser impopulares en algunos sectores pero que van en beneficio de la comuna”, dice Pablo Allard, arquitecto urbanista y decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo.

Allard hace referencia a proyectos como la remodelación de la Plaza de Armas u otros como  “techar” la carretera norte-sur, ideas con que Carolina Tohá llegó a la municipalidad directamente a implementarlas, luego de una breve consulta. Con esa misma intención, la alcaldesa modificó el plano regulador de la comuna a comienzos de 2014, que implicó una regulación en la construcción de altura, zonificada por partes. Por ejemplo, en calles como San Diego se podrá llegar a los 7 pisos de altura mientras que en Vicuña Mackenna hasta los 16 pisos, evitando así las construcciones invasivas.

Misma tarea se encuentra realizando Josefa Errázuriz en Providencia desde el año pasado, entre rondas de talleres y mesas de trabajo barriales en coordinación con las Juntas de Vecinos durante el segundo y tercer año de gestión, según detalla su programa de gobierno comunal.

Otros puntos que destacaron los expertos son las positivas políticas medioambientales aplicadas en Santiago que buscan descontaminar la comuna, como la implementación de los primeros taxis eléctricos y el uso de buses que tengan tecnologías más limpias. Asimismo, los estudios para ampliar las zonas con ciclovías que hoy son mínimas en Santiago, en una política similar a la que aplicó Providencia varios años atrás y la transformaron en un modelo a exportar.

La gestión cultural de ambas comunas también ha sido bien valorada, aunque con algunos matices. En la comuna que encabeza Tohá, Leonardo Ordóñez, gestor cultural de Santiago Creativo, explica que hoy se está trabajando “con mayor profundidad en hacer una ciudad más creativa y participativa”. Ordóñez dice que anteriormente se desconocía cómo hacer el trabajo de la gestión cultural en la comuna y hoy ha habido un cambio. “Tener una unidad de cultura no significa que la gente que la tiene a cargo sepa hacerlo”, dice.

En la otra vereda está Providencia. La herencia del anterior alcalde en la Corporación Cultural, explica el gestor cultural, ha sido una piedra de tope para el desarrollo cultural de la comuna. Sólo semanas atrás se pudo constituir el nuevo directorio del organismo que permitirá el rearme cultural de la comuna. “Estará por verse en materia de cultura cuáles son los avances de esta nueva corporación”, explica Ordóñez. (Más detalles en los cuadros abajo)

La amada participación ciudadana

Los programas de gobierno de las alcaldesas Tohá y Errázuriz coincidieron en abrir espacios de mayor participación democrática a la ciudadanía, principalmente para la toma de decisiones. En ese sentido, la institucionalización de esa visión ha conllevado a tener una ciudadanía más empoderada de su entorno, según analizan los expertos.

José Inostroza, director ejecutivo del Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile, explica que lo países más desarrollados son aquellos que tienen mayor participación de la gente y que “tiene que ver con la eficiencia y eficacia de las organizaciones sociales”.

“En Suecia, por ejemplo, la gente entiende, opina, consulta y hay un entorno muy activo encima de las instituciones; entonces, como la gente está aumentando su sentido democrático, eso (la fiscalización) solo aumenta. La consecuencia estructural es que las instituciones deben hacer bien la pega”, concluye.

Sin embargo, la diferencia radica en el nivel de institucionalización de la participación ciudadana que existe en países europeos y en la naciente versión chilena, aún ajustándose entre municipios y vecinos. Al interior de las municipalidades, sobre todo en Providencia, critican fuera de micrófono la lentitud en la ejecución de proyectos mientras se desarrollan cabildos y otras instancias de participación para determinadas decisiones.

Hablan de una suerte de “entrampamiento” que puede generar el “mal uso de este recurso” de participación comunitaria, si no es bien equilibrada y encausada de forma óptima.

Inostroza explica que la participación debe crecer, aunque eso demore algunos procesos. “Es más lento, sí, pero la cantidad de cosas que se ha hecho de mala calidad porque no se le consultó nada a nadie es mucho mayor”.

Para visibilizar los avances en las cinco áreas antes mencionadas, El Dínamo habló con varios expertos que dieron su mirada sobre el desarrollo de cada comuna.

En la mayoría hay buena gestión de la mano de una comunidad participativa, pero en otras los procesos están estancados por diferentes motivos o aún es muy pronto para poder entregar una opinión concreta.

Obras Públicas

Providencia:

Pablo Allard explica que esta comuna tiene un programa bastante avanzado en movilidad no motorizada, es decir, su red de ciclovías. Por eso, explica que los principales desafíos de la comuna hoy tiene que ver con potenciar proyectos de obras públicas en los límites de barrios con otras comunas. “Allí la inversión es baja porque se torna confusa entre lo que es de Providencia, Ñuñoa, Santiago o Las Condes”, comenta.

Donde hay un error según el decano de la UDD es la idea de crear una estación en el cruce de Eliodoro Yáñez con Pedro de Valdivia en la futura Línea 6, planteamiento que ha sido duramente defendido e impulsado por Josefa Errázuriz. “Relentiza mucho los tiempos de viaje poner una estación al medio, porque las distancias son caminables y suficientemente acotadas”. Hoy la petición de la alcaldesa está siendo estudiada por Metro.

¿Qué falta? Lo que tiene que hacer Providencia es atender a su nueva población, dice Allard. “La alcaldesa fue electa por una masa de jóvenes, que no necesariamente son el perfil tradicional que se relacionaba con la gestión anterior. La comuna tiene que ofrecer espacios para familias jóvenes, guarderías, espacios para niños y potenciar el espacio para la industria creativa como el Barrio Italia o el mismo Bellavista”.

Santiago:

Allard destaca la ejecución de proyectos de rescate del patrimonio cultural y la remodelación de espacios públicos como la Plaza de Armas, que por varios años no ha tenido cambios ni mejoras. De la misma manera, el arquitecto urbanista habla de lo positivo de que se estén licitando proyectos más complejos como “techar” la carretera norte-sur, que atraviesa Santiago.

En el área de patrimonio, Tohá se ha mostrado a favor de conservar barrios típicos aunque no sean patrimoniales; también congeló el plano regulador en Matta Sur para asegurarse que los proyectos inmobiliarios armonicen con los barrios. Allard destaca también la recuperación patrimonial de edificios tan importantes como el Museo de Arte Precolombino, ampliado y restaurado.

¿Qué falta? “Santiago debería consolidar su cartera de proyectos implementando el programa de ciclovías, mejorando temas de seguridad y equipamiento urbano, y mantener la línea de lo que están haciendo hoy”, concluye y añade que el gran desafío de la comuna es volver a atraer a las empresas de servicios, a la oficinas de clase A, quienes están emigrando al oriente.

“Santiago tiene mucha mejor accesibilidad que el sector El Golf, por ejemplo, gracias a las autopistas urbanos, un carácter urbano más consolidado. Hay que detener esa migración y no solo a través de obras y edificios, sino ver cómo se generan incentivos”, dice.

Medio Ambiente

Providencia:

Echo de menos el tratamiento de los residuos, de más puntos verdes en la comuna y falta el tema del reciclaje”. Es la sentencia de Pablo Salucci, experto en Planificación Urbana y Ciudades Sustentables de la Universidad Andrés Bello, quien explica que “los puntos verdes son un gran tema, porque todo pasa por educar a la gente para que entiendan la importancia de usarlos adecuadamente”. Destaca, eso sí, que al menos un gran paso es que se estén haciendo más visibles en las calles, como una de las medidas que destaca en el programa de Josefa Errázuriz.

Son precisamente esos “puntos verdes” los que últimamente han sido objeto de cuestionamientos en la gestión municipal de Errázuriz por los propios vecinos, quienes acusan que no son recolectados de manera correcta. Desde la municipalidad de Providencia explicaron a El Dínamo que lo anterior se debe a problemas con los contratos y la fiscalización de las empresas encargadas de hacerlo.

En eso concuerda Mayling Yuen, directora de Proyectos de la fundación Casa de la Paz, que explica que es necesario mejorar los puntos limpios de la comuna. “Falta un tema de logística en un sistema mucho más integral y la gestión para que esto sea replicable en otras comunas. Todo eso tiene un impacto visual. Hoy la gente sabe que el municipio tiene iniciativas ambientales en ese sentido”, agrega.

Santiago:

Salucci explica que Santiago ha impulsado buenas políticas asociadas al transporte, sobre todo, que permitirán disminuir la contaminación y el daño al medioambiente. Así debiera suceder al menos con la implementación de taxis eléctricos y sus correspondientes tótem de carga. Lo mismo con el incentivo de uso de buses del transporte público menos contaminantes.

“En último año y medio, me llama la atención cómo ha ido aumentando la participación ciudadana, cómo ha ido integrando a todos los actores para que se sientan partícipes en las decisiones en proyectos ambientales”, dice.

Al igual que en Providencia, el experto critica la falta de un manejo más mayor de los desechos y potenciar el reciclaje. “No hay un tema fuerte de cultura más transversal de cómo manejar los residuos. Ahí falta algo más notorio”.

Mayling Yuen también puntualiza que es importante tener una unidad ambiental, “que es primordial, pero también cómo ella se articula con otras unidades”. En ese sentido, la ambientalista destaca que Santiago “tiene un programa de barrios, donde la comunidad se agrupa y define los objetivos de los proyectos ambientales, basándose en la comunidad entre las capacidades y necesidades”.

Cultura

Providencia:

Hoy la Corporación Cultural de la comuna está reordenando su estructura cultural para ofrecer una más variada alternativa, luego de que Errázuriz determinara que necesitaba cambios a nivel de directorio y funcionamiento, una vez recibida la comuna de manos del coronel Labbé.

Esta nueva corporación va a tener que comenzar a generar trabajo, conexiones, alianzas, acuerdos. Se están haciendo bien las cosas“, dice Leonardo Ordóñez, gestor cultural de Santiago Creativo.

Ordóñez explica que la existencia de los “eventos culturales” está muy enraizada en la comuna -como el Festival de Jazz, las antiguas tocatas en Montecarmelo o la Feria del Libro- y no son beneficiosos, siendo algo que hay que cambiar. “Eso lo asocian a desarrollo cultural. Pero el desarrollo cultural no se hace a través de eventos, porque la cultura dura lo que dura ese evento. Faltan hábitos del desarrollo cultural”, explica.

Santiago:

Ordóñez explica que en Santiago se ha instalado una agenda “muy beneficiosa para el desarrollo cultural, en una comuna que debió tener esto instalado permanentemente”. El experto explica que antes se desconocía cómo se hace el trabajo de la gestión cultural. “Tener una unidad de cultura no significa que la gente que la tiene a cargo sepa hacerlo”, dice y agrega que es algo que hoy se está corrigiendo.

¿Qué falta en la comuna? “Lo que falta es información respecto a lo que está ocurriendo”, dice. Hoy hay una gestión cultural más clara, que trabaja en conjunto con Economía, con Obras Públicas, con Desarrollo Social. “Ésa es la forma de generar inteligentes programas de desarrollo cultural”, concluye.

Eso sí, Leonardo Ordóñez añade que aunque existan muchas variadas actividades culturales, y que solo operan en función de que la gente participe más. “Eso escapa a la voluntad de una comuna, sino que tiene que ver con una ausencia de políticas culturales a nivel de país”.

Seguridad ciudadana

Providencia:

El programa de gobierno de Josefa Errázuriz contiene 15 medidas para mejorar la seguridad ciudadana, entre ellos la implementación de un Centro de Abogados “especializado en la atención a vecinos que son víctimas de delito”. Debía ser inaugurado en 2013, aunque aún no ha sido presentado oficialmente.

Ésa y otras 14 medidas obedecen a la necesidad de la comuna de aumentar la seguridad, teniendo en cuenta que es una comuna que ha visto aumentar su índice de victimización en 10 puntos en la última década, alcanzando un 36,4 en 2013, tres puntos más que en 2012.

De acuerdo a los expertos, allí hace falta una mayor coordinación entre organismos encargados de la seguridad pública, lo que se ha visto debilitado en los últimos años, además de una frágil institucionalidad comunal entorno a la delincuencia y sin participación ciudadana.

Santiago:

En 2013, el índice de victimización de Santiago no aumentó y virtualmente quedó en 40,6%. Pese a elllo, la gestión de Antonio Frey como director de Seguridad Vecinal en la Municipalidad de Santiago fue tan valorada por las autoridades, que la Presidenta Michelle Bachelet no dudó en convocarlo a encabezar la subsecretaría de Prevención del Delito en el actual gobierno.

Carolina Tohá lamentó su ida pero el desarrollo de las políticas de seguridad en la comuna ya estaba en marcha, siendo alabado por todos los sectores. Hugo Frühling, director del Centro de Estudios en Seguridad Pública de la Universidad de Chile, explica que hubo un énfasis “en el sentido de complementar lo que ya hacían los servicios públicos de seguridad, como Carabineros, y enfocarse donde había un menor esfuerzo: los sectores residenciales”.

Frühling dice que es una apuesta interesante, “porque no es hacer más de lo mismo. Entrega un servicio distinto. No se trata que el sector municipal replique lo que hace Carabineros sino hacer algo complementario”.

Gestión educacional

En esta área, Ernesto Treviño, director del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales, dice que ambas comunas están en momentos similares, han realizado políticas parecidas y tienen desafíos en común.

Tanto en Providencia como en Santiago hay liceos emblemáticos, donde el mayor enfrentamiento tiene relación con hacerlos más inclusivos, lo que genera mayor equidad. De esta forma también se están adelantando a los posibles cambios que podrían llegar con la Reforma Educacional que promete Bachelet, dice el experto.

En Santiago es donde mayormente se ha tratado de hacer cambios en la inclusión, aunque Treviño explica que aún es muy temprano para hacer análisis concretos de esas medidas. La municipalidad ha tratado de fortalecerlos con mayores recursos y dotándolos de más profesionales, como psicopedagogos y psicólogos.

Otro destacado punto en la comuna que encabeza Carolina Tohá es la implementación de un plan piloto para incorporar nuevas materias al programa curricular de los establecimientos municipales, incluyendo educación sexual y cívica, iniciativas que surgieron como resultado de los claustros escolares que se realizaron el año pasado.

En el caso de Providencia, la inclusión también ha apuntado a personas con otros tipos de necesidades y discapacidades. Hay un equipo importante proveyendo ayuda y apoyo a los colegios para atender a estos niños. “Son medidas promisorias, pero hay que evaluarlas en el futuro cercano”, concluye Ernesto Treviño.

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