El ministro Nicolás Eyzaguirre se valió de su presentación en Icare para flexibilizar los plazos estipulados para dar término al aporte de las familias a los colegios, desechando los plazos.
Así, expresó ante el empresariado que “en la medida en que no podamos reemplazar peso a peso el copago, o UF a UF, el copago podrá seguir existiendo”, lo cual quedará establecido en la iniciativa que pone fin al copago, el lucro y la selección.
Y es que en un primer momento, el proyecto consideraba la eliminación del proyecto compartido en un periodo de 10 años, pero las críticas surgidas hicieron que Eyzaguirre extendiera este proceso a 15 años.
Sin embargo, en Icare declaró que “en la ley quedará establecido que hasta que no se haya reemplazado completamente en términos reales, le estoy diciendo más que el peso a peso, el copago debiera seguir existiendo”.
Y es que según explicó Eyzaguirre, el aporte familiar es diferenciado según el colegio y va desde los 5.000 a los 84.300 pesos, indicando que se hubiera terminado este mecanismo en los próximos 10 años si esta subvención se elevase 7%. Así, “efectivamente en términos reales, al cabo de 10 años usted ha reemplazado completamente el copago de las familias. Si no lo hiciere, si crece 5%, por ejemplo, no va a ser reemplazado completamente”.
Este nuevo anuncio fue valorado por Hernán Herrera, presidente de la Conacep, indicando que los sostenedores “hemos estado diciendo que aquí no se puede dejar a ningún niño con menos recursos, y sólo se podrá terminar con el copago cuando se pueda reemplazar el aporte de los padres en su totalidad”.
En tanto, el diputado de Evópoli, Felipe Kast, señaló a La Tercera que “le están diciendo a la clase media que sus hijos van a tener que esperar indefinidamente, simplemente porque no están dispuestos a subir la subvención escolar lo suficiente como para reemplazar peso por peso del copago”.